Enero comienza mal para el Real Madrid. Eliminados de la Copa del Rey y habiendo puesto fin a la racha de partidos sin perder, los de Zidane afrontan un tramo complicadísimo con una crisis de juego –tres malos resultados en los últimos cuatro partidos- y con numerosas bajas.
La labor de Zidane para este periodo se presume complicada. El técnico galo tendrá que buscar solución a las siete bajas importantísimas como son la de Carvajal, Varane, Pepe, Marcelo, Modric, James o Bale. El calendario no sonríe a los blancos, pues tendrán que enfrentarse a cinco rivales difíciles. Los de Zidane se enfrentaran así al Nápoles en Champions -ida y vuelta-, Real Sociedad, Celta y Villarreal.
El Madrid recibe a la Real esta jornada, una Real que llega crecida y con el título de equipo revelación, empatada a puntos con el Atlético y habiendo ganando cuatro de los últimos cinco partidos del campeonato doméstico. Tendrán otra vez que viajar a Balaídos el 5 de febrero para disputar el choque liguero frente al Celta, equipo al que el Madrid no ha conseguido ganar el Copa y ha supuesto su eliminación de la competición.
Osasuna se presume como un rival asequible. Los blancos se verán las caras con los navarros el 11 de febrero, solo cuatro días antes de que se enfrenten al Nápoles en Champions. El 15 de febrero reciben al conjunto napolitano en el Bernabéu, un partido de máxima exigencia, pues los italianos llegan con una racha de tres meses sin perder aunque se espera que para entonces Zidane haya podido recuperar a pesos importantes de la plantilla.
El Espanyol visitará el Bernabéu el 18 de febrero. Este encuentro no debería ser complicado, pues el Madrid acumula una racha favorable en cuanto enfrentamientos con los periquitos. El viaje al nuevo Estadio de la Cerámica el 26 de febrero para enfrentarse al Villarreal sí será de altos vuelos. Aunque los amarillos no están en su mejor momento, siempre han puesto las cosas difíciles al equipo blanco.
Por último, los de Zidane tendrán que jugarse su pase a la siguiente ronda de la Champions en Italia el 7 de marzo, un encuentro fundamental para no decir adiós a una competición importantísima para el madridismo.