El verano pasado Borja Mayoral abandonó el Castilla para continuar con su formación en una liga de primer nivel. Una marcha premeditada por el club blanco que encontró en el Wolfsburgo el destino ideal. Una competición tan exigente como la Bundesliga en un equipo que hace dos campañas terminaba la temporada en segundo lugar solo por detrás del todopoderoso Bayern de Múnich. Ilusionante cuanto menos, el joven delantero ponía rumbo a Alemania.
Este viernes, Mayoral fue titular en la visita del Werder Bremen al Volkswagen-Arena. Un duelo directo por la permanencia. A los 20 minutos, el Wolfsburgo se vería con un 0-2 en contra en el marcador que les ponía las cosas muy difíciles. Pero poco tardó en aparecer el canterano blanco para recortar distancias y anotar su segundo gol desde que se pusiera la camiseta del conjunto alemán por primera vez. Un gol que está dando la vuelta al mundo tras definir un saque de esquina con el pecho tras un cabeceo el balón uno de sus compañeros. Pero el tanto del delantero español no sería suficiente ya que el luminoso no se movería más en los 70 minutos restantes.
Pese a su gol, su etapa en el Wolfsburgo no comenzó del modo esperado. Desaparecido de los terrenos de juego durante prácticamente los dos primeros meses de competición, tuvo que esperar a la destitución de su entonces entrenador, Dieter Hecking, y la llegada de Valérien Ismaël, un hombre de club que apuesta por la juventud. Desde octubre ya ha contado con más apariciones y suma 376 minutos que pronto se verán incrementados sustancialmente ahora que la titularidad asoma por su ventana.
El futuro de Borja Mayoral es el Real Madrid. En el club blanco hay muchas esperanzas puestas en el joven ariete y ya podría tener su oportunidad en el primer equipo la temporada que viene si Morata optará por buscar una salida. Mientras tanto tendrá que aprovechar cada minuto como si de oro se tratara.