Después de 228 partidos de Liga, Bale vivió frente a Las Palmas una de sus peores noches como madridista, tras recibir su primera expulsión desde que llegó al club en 2013. El jugador blanco, que no acostumbra a este tipo de acciones -solo ha sido expulsado una vez más en toda su carrera, contando clubes y selección- , perdió los papeles y agredió de forma absurda a un rival.
El galés, por tanto, no podrá estar en la próxima jornada de Liga frente al Éibar. Vuelve a ausentarse en un momento importante para los de Zidane, después de haberse recuperado de su lesión que le mantuvo alejado de los terrenos de juego tres meses y de haber sido fundamental en los últimos encuentros tras su reaparición.