Muchos señalaban que James Rodríguez tenía un pie y medio fuera del Real Madrid. Cierto es que, viendo sus declaraciones tras el Mundial de Clubes, esas afirmaciones tenían cierto sentido. Sin embargo, el colombiano recapacitó y se puso a trabajar. 

Dejando a un lado su ego, ha asumido el rol que le da Zinedine Zidane y es un jugador de segunda línea que cada vez que se le da una oportunidad trata de aprovecharla. El sábado ante el Eibar volvió a hacerlo, pidiendo paso en un once en el que están muy caras las posiciones. 

James ha estado constantemente en el centro de todas las miradas esta temporada. Rumor tras rumor, ha sabido trabajar en silencio para tratar de hablar después en el césped. Se dijo que estaba fuera, que no entrenaba bien y también que estaba gordo. Según apunta Okdiario, los preparadores físicos del Real Madrid están encantados con el rendimiento del jugador. El internacional cafetero está en su peso ideal, más fino que nunca y, según dicen, "entrena como un animal". 

Lejos quedan ahora los rumores de su salida. Está peleando por un puesto y todo parte de asumir que jugará cuando Zidane lo vea conveniente. El nuevo James está sabiendo cómo llevar su situación en el club blanco y, pese a no jugar todos los minutos que le gustaría, parece contento exprimiendo al máximo sus oportunidades.

UN ASISTENTE DE LUJO

A pesar de contar menos para Zidane, James lleva las mismas asistencias que Toni Kroos en menos minutos disputados. Comparte con el alemán el liderato de la lista de máximos asistentes, aunque el germano ha disputado 2.810 minutos y el colombiano 1.277. Cinco goles y doce pases de gol con los que se acerca a sus mejores registros con la elástica blanca, los del James de la primera temporada, ese que el madridismo lleva tiempo queriendo recuperar.

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