Este martes 5 de junio, a poco más de una semana del comienzo del Mundial 2018, se suspendía el amistoso de preparación entre Argentina e Israel. El comunicado decía que era por motivos de seguridad, pero hasta este miércoles no se ha conocido la causa de estas dudas razonables que no garantizaban que los jugadores de la Albiceleste estuviesen seguros en territorio hostil. La encargada de dar explicaciones ha sido la ministra de Cultura y Deportes de Israel, Miri Regev.

Esta no dudó en mostrar las imágenes que ya habían corrido como la pólvora en redes sociales y distintos medios: aficionados mostrando camisetas llenas de sangre del combinado argentino. "Estas fotos muestran que elementos terroristas amenazaron las vidas de Messi, su familia y otros miembros del equipo argentino. Es el viejo-nuevo terrorismo, que atemoriza a los deportistas. Es el mismo terrorismo que causó la masacre de Múnich 72", aseguraba Regev. Quien, además, ponía sobre el foco al jugador del Barcelona: "El partido fue suspendido por una única razón, las amenazas de muerte a Messi y su familia".

AMENAZA REAL

Miri Regev no quiso que se especulase sobre este tipo de amenazas a las que considera "reales de elementos terroristas contra la vida de la estrella del equipo argentino -Messi- y su familia", y que estas no provenían solo del movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS). 

Por otro lado, se había hablado del traslado del partido a otra sede, algo que ha quedado descartado al considerar que "no es Jerusalén ni Haifa, son las amenazas a la vida de Messi".