La Selección ha vivido las 48 horas más tensas de toda su historia. El anuncio de Lopetegui como nuevo entrenador del Real Madrid cayó como una bomba en la concentración de Krasnodar. Los sucesos fueron aconteciendo uno tras otro y acabaría con la destitución de Lopetegui como seleccionador y el nombramiento de Fernando Hierro en el cargo, horas más tarde.

Sin embargo, la mañana del miércoles en Krasnodar vivió momentos muy complicado. Luis Rubiales tomó la -inmerecida- decisión de destituir a Julen Lopetegui a dos días del debut en el Mundial de Rusia. El presidente de la Federación se reunió con los capitanes del equipo para comunicarles la decisión de prescindir del técnico y se vivió una escena que pudo pasar a mayores entre Sergio Ramos y el propio Rubiales.

BRONCA ENTRE RAMOS Y RUBIALES: PIQUÉ, EL MEDIADOR

El capitán de la Selección y del Real Madrid trató de evitar el despido de Lopetegui y no estaba de acuerdo con la decisión de Rubiales. Así se lo hizo saber al presidente a grito de "esto es una locura, vamos a ser el esperpento del Mundial". La conversación, que ya había subido de tono, siguió calentándose ante un Ramos que no daba crédito de la decisión de Rubiales. Piqué aparecería entre medias para apaciguar los ánimos. El culé evitó que la bronca fuera a mayores y separó a ambos. Finalmente, todo acabaría con un abrazo entre Ramos y Rubiales. Pero la tensión fue brutal, el daño estaba hecho.

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