Una noche así no la olvida el madridismo ni tampoco Kylian Mbappé (París, 1998). La remontada del Real Madrid ante el PSG en el Santiago Bernabéu agranda la leyenda de las grandes noches europeas del club blanco. Fue la primera que el delantero nacido en Bondy vio en primera persona, aunque fuera como rival. Si ha de haber otra, tiene claro que será pisando el césped del coliseo merengue como local.
Mbappé regresó de madrugada a París decepcionado por la derrota, pero con la convicción de haber tomado la decisión correcta para su carrera: jugar en el Real Madrid. Pese a los cantos de sirena desde Francia, en la eliminatoria de la Champions League no estaba en juego el futuro de Kylian. El verano pasado ya dio el 'sí' al Madrid y desde entonces no ha cambiado su postura. Pero ni el más optimista de los franceses puede confiar en que vaya a haber un giro de los acontecimientos tras la remontada.
Lo peor para el PSG no es ni el resultado sino las sensaciones que dejó a niveles de equipo y de institución. Hay cosas que están por encima de todos los millones del mundo como la Historia y el alma del Real Madrid que el club de París no tiene. Y Mbappé lo sabe. Para ser el mejor futbolista del mundo y ganar la ansiada Champions League lo tendrá siempre más cerca jugando en la entidad de las 13 Copas de Europa.
El Santiago Bernabéu reconoció a Mbappé. La actitud del futbolista esta temporada ha sido ejemplar tras el golpe anímico que supuso su frustrado fichaje por el Real Madrid meses atrás. Nadie en el PSG puede tener una pega con el rendimiento de Kylian, que se encargó él solito de meter a su equipo en cuartos de la Champions durante los primeros 150 minutos de la eliminatoria. Hubo aplausos para él antes y después del partido.
Jugar contra el Real Madrid no le frenó. En la ida lució por encima de todos forzando un penalti que luego falló Leo Messi y marcando en el descuento el gol que dio ventaja al PSG para la vuelta. Ya en el Bernabéu parecía repetirse la historia capitalizando todas las ocasiones de gol de su equipo hasta el punto de hacer un hat-trick, con el 'pero' de que solo uno de los goles fue legal. Cumplió con creces con su obligación y el resto del equipo le falló.
A partir del minuto 61 la historia cambió y Mbappé lo vio desde la distancia que le separaba de la portería de su equipo. Si el martes alucinaba con el estadio al pisarlo por primera vez, un día después lo haría por su forma de apretar en un gran partido. Quien lo apreció también fue su entorno, con sus padres y su abogada presentes en el estadio como parte de la expedición del PSG.
Se rompe el PSG
El clan Mbappé se dirigió tras el partido a la zona reservada para los jugadores. Allí minutos antes se produjo un bochornoso incidente protagonizado por Al-Khelaïfi y Leonardo, que bajaron desde el palco a encararse con el cuerpo arbitral y acabaron amenazando de muerte a un empleado del Real Madrid que grabó la escena. Los futbolistas no coincidieron en ese momento.
También se puso saber que Mbappé mantuvo un amistoso encuentro con Benzema en los entresijos del Bernabéu. Durante un rato ambos pudieron compartir sensaciones del partido y de lo que está por venir en el futuro. Simultáneamente explotaba otra 'bomba' en el vestuario del PSG con una pelea entre Neymar y Donnarumma.
La peor jugada del PSG: eliminado por el Real Madrid y perdiendo gratis a Mbappé
No hay más cartas que echar sobre la mesa. El PSG se hunde en lo deportivo y en lo institucional, siendo la salida de Mbappé el siguiente golpe para el proyecto catarí. Hace solo unos meses pudo recibir 200 millones de euros por su traspaso, pero por ego prefirió no aceptar la oferta. Sabía entonces Al-Khelaïfi que en doce meses se le iría sin dejar un solo euro en las arcas del club, pero apostó todo a la carta de juntar este año a Messi, Neymar y Mbappé para ganar la Champions.
Peor no lo ha podido salir la jugada al PSG: eliminado del torneo europeo a manos del Real Madrid y con un Mbappé que se cambiará de bando al terminar la temporada. Doble premio para el club blanco, que está en cuartos de Champions y va poniendo a punto el recibimiento que le dará a su siguiente gran estrella dentro de poco. Kylian está más atado que nunca.
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