Karim Benzema y Vinicius sostuvieron al Real Madrid en el Etihad Stadium. Los de Carlo Ancelotti sobrevivieron al Manchester City gracias a los tres goles de sus dos delanteros. El francés demostró que ha de ganar el próximo Balón de Oro y el brasileño que ya es una estrella con todas las letras de la palabra.
No era la primera vez de Vinicius en Mánchester, sí sobre el césped. El Madrid ya se midió contra el City en una eliminatoria de Champions hace dos años, en octavos y con la vuelta fuera de casa, al contrario que esta vez. Los blancos cayeron 1-2 en la ida y viajaron a Inglaterra obligados a remontar el resultado.
Más de cinco meses separaron la ida y la vuelta aquella vez por el estallido de la pandemia. En la ida, Vinicius fue titular y dio la asistencia a Isco en el gol del Madrid. En la vuelta, sin embargo, todo cambió para él y no se movió de la grada. Han tenido que pasar casi dos años para que el brasileño se pudiera resarcir en Mánchester.
La vida ha cambiado radicalmente para Vinicius esta temporada. Con Ancelotti encontró las oportunidades que nunca encadenó con Zidane y ha estallado. Impensable era ahora que el italiano no contara ayer como hiciera el francés pese a tener que buscar la remontada. Aquel día de 2020 se produjo un desencuentro entre entrenador y jugador, dolido por no contar en un día tan importante.
El Madrid cayó eliminado entonces saliendo derrotado también del Etihad. Las cosas tardaron en ir a mejor para Vinicius desde ese momento, destacando la recordada escena de Benzema y Mendy 'rajando' del brasileño en mitad de un partido. Lo de Karim se solucionó rápido, cara a cara con Vini, al que siempre cuidó desde una visión casi paternal y con el que ahora disfruta de una relación idílica en el campo.
Un caño que no se olvidará
Vini maduró en algún punto de los 627 días que separaron una visita a Mánchester de la otra. Ayer se presentaba como la gran amenaza merengue, con permiso de Benzema, acreditándolo el fuerte marcaje que le puso encima Pep con jugadores como Stones (luego Fernandinho) y Rúben Dias. Fernandinho, recurso de urgencia y compatriota de Vinicius, fue la víctima del caño de la temporada.
A Vinicius no se lo pusieron fácil. Ya es habitual para él porque los entrenadores rivales saben lo peligroso que puede llegar a ser. Aún así, es consciente de que en algún momento del partido le llegará su jugada. En la vuelta ante el Chelsea, por ejemplo, tuvo que esperar hasta la prórroga para dar a Karim la asistencia en el gol que definió la eliminatoria. Ayer no hizo falta tanto, llegando en el minuto 55 su oportunidad.
Se la fabricó él solo. Pase de Ferland Mendy pegado a la línea de banda y Vinicius que nota que tiene a Fernandinho pegado como una lapa. Un callejón sin salida... salvo que seas un escapista como el menino. Con un habilidoso gesto engañó a un veterano 'de guerra' de 36 años y le coló el balón entre las piernas. A partir de ahí echó a correr hasta plantarse ante otro brasileño, Ederson, y batirle.
En la banda contraria se dio una de las imágenes más destacadas del partido. Guardiola caía en la desesperación tras el caño casi como si supiese lo que se venía. Luego se 'comió' al cuarto árbitro protestando un saque de banda que debía ser para su equipo. El 3-2 metía de nuevo al Madrid en el partido solo dos minutos después de encajar el tercero.
La brecha se volvería a abrir con un tanto de Bernardo Silva en el minuto 74. El que salió al rescate esa vez fue Benzema con una delicatessem de penalti. Tras el pitido final, con 4-3, Vinicius volvió a salir a escena en redes: "Miércoles. Santiago Bernabéu. Todos juntos. ¡A REMONTAR!".
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