Jota Jordi no pudo aguantar las lágrimas ante la humillación que estaba sufriendo el Barça ante el Bayern en los cuartos de final de la Champions League. El 2-8 final ha caído como una auténtica bomba de vergüenza entre la afición azulgrana y la realidad que mostraba el comentarista de El Chiringuito era la misma que sentían todos los culés del mundo.
Jordi, mientras sufría las burlas del resto de compañeros por lo que se estaba viendo en el Estadio Da Luz de Lisboa, salió en el directo que hizo el canal oficial de YouTube del programa de MEGA con las lágrimas en los ojos. La humillación ha sido tal que no se recuerda una situación igual. Sobre todo en el Barça, que no era tan inferior a un rival desde antes de la década de Guardiola. Aunque lo de este viernes no tiene nombre.
Los comentarios durante la retransmisión iban encaminados sobre todo por las decisiones que tomó en la previa del encuentro el entrenador cántabro. Aunque también los errores de los jugadores fueron motivo de crítica para los comentaristas que, en directo, estaban presenciando una debacle que ni ellos mismos encontraban palabras para describir.
Durante la primera parte se temía lo peor. Cuando se terminó rompiendo el partido del lado de los alemanes, todo el barcelonismo veía como la goleada alemana era una realidad que se podía terminar dando. Error tras error, la apatía que se presenciaba en los jugadores del Barça no era nada halagüeña y, en la segunda mitad, se confirmaron esas sensaciones negativas.
Solo cabían palabras de rabia. Los comentaristas veían los goles de Perisic, Muller, Gnabry, Kimmich, Lewandowski y Coutinho, mientras que los azulgranas no podían hacer otra cosa que bajar los brazos en una actitud impropia para un club como el Barça. La pérdida de respeto de la plantilla a la imagen del club fue evidente. El club catalán ha tocado fondo con esta noche.
Otra humillación
Esta humillación ha sido de dimensiones más grandes que las de Roma o las de Liverpool. Pero es evidente que son un cúmulo que hace un globo más grande y que esta noche ha estallado. La afición azulgrana no aguanta más con esta directiva y, tras esta actuación, tienen que haber represalias y gestos para hacer evidentes los cambios que se han pedido desde todos lados.
La realidad evidencia que la cabeza de Bartomeu tiene que caer ante una situación que no es que deje tocada a su gestión, es que es tan singular que no le queda más remedio que dar un paso al lado o convocar elecciones. El guirigay que le quedará al que venga va a ser muy serio ante una situación con jugadores muy difíciles de vender para buscar también cambios en la plantilla.
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