¡Atención! La OMS también desaconseja el uso de mascarillas FFP2 a la población
La Organización Mundial de la Salud (OMS), al igual que hiciese el Gobierno de España hace unos días a través del ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha recordado que las mascarillas del tipo N95, FFP2 o equivalentes se deben reservar a los profesionales sanitarios que atienden a pacientes con COVID-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus.
Precisamente, desde este jueves en España va a ser obligatorio el uso de cualquier tipo de mascarilla en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público, o que se encuentre abierto al público, siempre que no sea posible mantener una distancia de seguridad interpersonal de al menos dos metros. Esto se suma a la obligatoriedad de llevarlas en los transportes públicos.
"Actualmente no hay suficientes pruebas a favor o en contra del uso de mascarillas (médicas o de otro tipo) por personas sanas de la comunidad en general. Sin embargo, estamos analizando activamente los datos científicos acerca del uso de mascarillas, los cuales evolucionan rápidamente, y actualiza continuamente sus orientaciones al respecto", señala el organismo de Naciones Unidas en el informe 'Preguntas y respuestas sobre la enfermedad por coronavirus'.
Por ahora, la OMS señala que las mascarillas médicas y respiradores del tipo N95, FFP2 o equivalentes deben reservarse para los trabajadores sanitarios ya que en la actualidad son las personas que están más expuestas al coronavirus. No obstante, recuerda que, a nivel general, su uso se debe combinar con otras medidas clave de prevención y control de las infecciones como, por ejemplo, la higiene de manos o el distanciamiento físico.
En cuanto a las personas enfermas o con síntomas de COVID-19, el organismo subraya la importancia de que se aíslen en su casa y usen una mascarilla médica de conformidad con la recomendación sobre el cuidado en el hogar de los pacientes con posible infección por coronavirus.
"Al toser, estornudar o hablar se pueden generar gotículas que causan la propagación de la infección. Estas gotículas pueden llegar a la cara de otras personas cercanas y caer en el entorno circundante. El hecho de que una persona infectada que tose, estornuda o habla lleve una mascarilla médica puede ayudar a proteger de la infección a quienes están cerca", explica la OMS.
Finalmente, señala que los cuidadores de enfermos de COVID-19 deben usar una mascarilla médica para protegerse, y sugiere que los países pueden recomendar el uso de estas mascarillas a ciertas personas pero siempre y cuando sea con un enfoque "basado" en los riesgos. Este enfoque toma en consideración el propósito de la mascarilla, el riesgo de exposición y la vulnerabilidad del portador de la misma, el entorno, la viabilidad de su uso y los tipos de mascarillas.
"Hay una escasez mundial de mascarillas médicas (tanto de mascarillas quirúrgicas como de mascarillas N95), por lo que estas deberían reservarse en la medida de lo posible para los trabajadores sanitarios. Las mascarillas no sustituyen otras formas más eficaces de protegerse a sí mismo y a los demás contra el COVID-19, como lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca con el codo flexionado o con un pañuelo y mantener una distancia de al menos un metro con los demás", zanja la OMS.