Alberola Rojas, el árbitro tranquilo que no tiene techo
El toledano de ascendencia ciudadrealeña Javier Alberola Rojas, que este lunes se ha convertido en el árbitro más joven de Primera división, "es solo un número, y me ha tocado a mi", ha asegurado no sentir "ningún nerviosismo" por pitar en la máxima categoría, que "es un sueño cumplido" tras trece años de arbitraje.
Javier Alberola Rojas (1991, Ciudad Real) ha culminado este lunes, cuando el Comité Nacional Técnico le ha comunicado que estaba entre los tres ascendidos, una carrera meteórica, pues ha estado tan solo dos años en Segunda división -el año pasado ya acabó como primer reserva-, otras dos en Segunda B y tres en Tercera división.
Con anterioridad, en la categoría regional castellanomanchega, estuvo dos tres años en Primera Preferente, una en Primera Autonómica y dos en Segunda Autonómica, reseña en entrevista a Efe Javier, que recuerda que su estreno tuvo lugar de forma imprevista.
"La primera vez que cogí el silbato fue en un partido amistoso. Estaba viendo en la grada un Yuncos-Polígono de juveniles y me ofrecieron el pitar el partido", rememora. Contaba 14 años y, añade, "me gustó mucho, porque siempre me ha tentado la sensación de dirigir, de tener la responsabilidad de algo, de gestionar la psicología de los jugadores, en este caso".
A falta de tres asignaturas para concluir los estudios de Grado de Educación Infantil, y casi seguro de que "este año tendré una dedicación exclusiva a estudiar inglés", Javier no esconde que "cuando empiezas arbitrar sabes que es un objetivo muy difícil llegar a la máxima categoría" pero reconoce, al tiempo, que todo es fruto del "trabajado".
"Estoy muy feliz, muy contento. El ser el más joven no me supone ningún nerviosismo ni responsabilidad, alguien tenía que ser, y me ha tocado a mi, pero ya vendrán otros", asume con naturalidad este toledano de sangre ciudadrealeña que ha convivido durante los días últimos con la rumorología de subir: "Efectivamente, se venía diciendo estos días de atrás, la sensaciones eran buenas, pero hasta que no se ha hecho oficial no me lo he creído".
Preparación física y psicológica
Alberola Rojas desvela que dedica cerca de tres horas diarias a la preparación física "pero psicológicamente son las 24 horas porque la preparación de un árbitro profesional es todo el día".
"Viendo partidos, el reglamento, pero también estudiando psicología, la preparación individual personal y la propia dieta, el levantarle a una hora determinada para desayunar, porque hay que hacer seis comidas diarias", asegura Javier, para quien el dirigir en Primera división "sólo supone un poco más responsabilidad".
Considera que, ahora, el reto "con los pies en el suelo, siempre trabajando, mucho" se centra en "mantenerme muchos años en Primera" pero "desde la humildad, porque un día estás aquí y otro en una menor categoría".
"Es preciso conocer el sacrificio, el trabajo, lo complicado del deporte", reitera, "y claro que hay alegrías personales, pero también están otras, como la superación personal y el tratar de salir con buen pié de todos los campos en donde arbitras", aclara.
La anécdota con Esteban en el Cádiz-Oviedo
Y en este sentido, en su corta vida como árbitro del fútbol profesional, rememora un encuentro Cádiz-Real Oviedo: "Llamaba por su nombre a los jugadores del Cádiz y Esteban, el veterano portero del Oviedo, me dijo que porqué, si les conocía, y le contesté con un relato de toda su trayectoria deportiva. Cuando acabé se rió".
Javier Alberola Rojas ha reconocido que, nada más conocerse su ascenso, ha recibido numerosas muestras de agradecimiento, entre ellas de "muchísimos compañeros, que se han alegrado", pero también de su hermano, Antonio, un año mayor, que este año también ha logrado el ascenso, en este caso a Segunda B.
"Me ha telefoneado y me ha dado la enhorabuena, nada más. Ya habrá una celebración íntima", sentencia Javier que obvia el poder llegar un día a la internacionalidad: "Lo único que me preocupa es trabajar y prepararme lo mejor posible", sentencia.