Lassad pone esperanza y una sonrisa en la semana más difícil en el CD Toledo
Se suele decir que el deporte es lo más importante de las cosas menos importantes. Aquello por lo que lloramos, disfrutamos o nos enfadamos pero que al final, se reduce simplemente a cuestión de sentimiento. Algo así se puede aplicar al CD Toledo y a Lassad.
En los días más complicados, el delantero franco-tunecino ha puesto esperanza y sobre todo una sonrisa. Consciente de que a los 32 años tendrá que colgar las botas por la parada cardiaca que sufría hace un mes durante un entrenamiento, Lassad quitaba hierro al asunto: "La retirada es un momento que llega antes o después, lo que más me duele es que el Toledo tenga que jugar la próxima temporada en Tercera División porque no lo merece," sostenía, al tiempo que añadía que "para mi no es un milagro y lo que tenía que pasar, pasó y lo acepto."
Por eso, en este delicado momento dejaba un mensaje para toda la parroquia verde recordando que "mi año más triste fue cuando descendí a Segunda con el Deportivo de la Coruña y el más feliz fue un año después cuando logramos el ascenso." Es más, se mostraba convencido de que "el Toledo volverá a Segunda B el año que viene y en dos o tres años seguro que lo tenemos en Segunda División."
"Mucho mejor que hace un mes," el futbolista reconocía entre risas que ha llegado el momento de "vivir, disfrutar de la vida y estar con mi familia." Por cómo todavía no se ha planteado lo que hará a partir de ahora, si seguirá ligado al fútbol, más allá de "irme a vivir a Francia para estar con mi familia. y ponerme allí en manos de los médicos para que me hagan un seguimiento cada seis meses."
Del fatídico día en que se desplomó asegura que "no me acuerdo de nada y creo que es mejor." De lo que sí se acuerda fue del "disgusto" que se llevó el domingo que se despertó de la sedación y se enteró de que su equipo perdía en Majadahonda.
En cuanto a las causas del episodio que provocó esa fibrilación ventricular, Lassad explicaba que puede deberse a que "tengo un corazón más grande de lo normal" pero que en cualquier caso subrayaba que no había tenido ningún episodio anterior.
Agradecimientos
Antes de abandonar el Salto del Caballo y Toledo, una ciudad que "siempre llevaré dentro de mí por todo lo que me ha pasado en los cinco meses que he estado aquí," el franco-tunecino se acercaba al Parque de Bomberos para agradecerles las labores de reanimación que hicieron. Estos agradecimientos también se extendían a sus compañeros, a quienes "ya se lo he dicho en persona." No en vano, la totalidad de la plantilla y el cuerpo técnico encabezado por Miguel Falcón también estaban en la sala de prensa del coliseo toledano.
Por último, aprovechaba para dar las gracias públicamente a todas las personas que "en Twitter y Facebook me han dejado mensajes de apoyo y cariño."