Joaquín Sorribas ha comparecido este lunes en la sala de prensa del CD Toledo para anunciar que pone punto y final a cinco temporadas en el club, dos como jugador y tres como secretario técnico. Como ya les apuntábamos la pasada semana, tras el descenso el máximo responsable de la parcela deportiva dice adios al club toledano.

"Es un ejercicio de honestidad. Yo estoy aquí por ayudar, porque debía algo muy importante al Toledo a nivel personal pero cuando veo que ya no genero ilusión, que todo se ha acabado, no puedo más que marcharme con lágrimas en los ojos y el Toledo en el corazón," aseguraba el ya exsecretario técnico del club.

Sobre esta salida, desvelaba que no está directamente relacionada con el descenso. "Tomé la decisión antes de que terminara la temporada porque ya me había dado cuenta de que estaba desgastado," apuntaba.

Balance de la temporada

El hasta ahora máximo dirigente de la parcela deportiva ha detallado que en la última temporada "sí que ha habido más errores en las dos anteriores" pero que en cualquier caso "no justifican el descenso de categoría."

"Los errores nos podrían haber llevado a terminar décimos, pero en realidad la diferencia ha estado en el capítulo emocional. Los primeros cuatro partidos de la temporada nos sumieron en el efecto perdedor y no hemos sido capaces de salir de ahí. El equipo sólo se ha sentido liberado en pretemporada y tras el partido del Castilla, cuando parecía que todo estaba perdido," explicaba.

Siguiendo esta lógica, añadía que así también se explica "las veinte veces que nos han remontado."

En cuanto a la plantilla, reconocía que "el 99% de los jugadores se han ido apagando conforme pasaba la temporada." Fijándose en años anteriores en los que "venían jugadores después de pasar por malas experiencias y aquí florecían, este año venían jugadores en buen momento que no hemos sabido ponerles en esa emocionalidad que necesitaban."

Cambio de entrenador

Para salir de "esa situación emocional" llegó el cese de Onésimo. En ese momento, Sorribas pensó en Fernando Soriano como su primera opción, pero no se concretó su llegada. "Hablé con Falcón y le dijo que estuviese preparado porque lo que necesitábamos era dar una vuelta y también enganchar a la afición. Además, surge la opción de incorporar a Tito García-Sanjuán como apoyo y decidimos formar un equipo de trabajo," afirmaba.

Sin embargo, el efecto que buscaban se "envenenó" por el revuelo que se montó y al final fue "un error."

A la hora de hacer un examen de conciencia más profundo, entonaba el mea culpa en la confección de la defensa. A su juicio, "quizá estaba un poco obsesionado con la delantera, que era lo que nos había fallado en años anteriores y esperé demasiado a Dani Pérez teniéndose que operar Echaide y sin poder disponer de Aarón Galindo por la documentación."

Los cinco años de Sorribas en el Toledo

Echando la vista atrás, el aragonés recordaba como después de dos temporadas como jugador, en el verano de 2015 "los inversores quiebran y el Toledo llega al verano con 20 denuncias en la AFE, diez embargos y Txema Indias, que era la piedra angular, yéndose." En ese momento es cuando "mientras Collado salva el club en los despachos junto a Soliss y San Román, me pongo a planificar la siguiente temporada el 7 de julio." Ese mismo año, recordaba que "otra vez en noviembre la propiedad vuelve a quebrar y soy yo el que presenta al consejo a los inversores que al final salvan el club."

De nuevo, este verano "la inestabilidad es tan cruda que se plantea la opción de vender el club mientras yo tengo que planificar la plantilla hasta que al final los mexicanos vuelven a salvar el club." 

"Me gustaría que la gente supiera el ejercicio de lealtad y de esfuerzo que hay que hacer para ir sacando esto adelante, y cuando lo emocional se va cayendo, no hay donde agarrarse," sentenciaba.