Apenas una semana ha durado Alberto Parras al frente del banquillo del Almagro. La razón, como él mismo expresa y así lo reflejan diarios de Ciudad Real como el Lanza o La Tribuna, es que no se ha cumplido lo pactado, algo que ha provocado su marcha, que además deja el río revuelto en el Manuel Trujillo. 

Y es que el técnico ha apuntado que hay cosas que no se han cumplido, a pesar de que existía compromiso por parte del club de que se accediera a ellas. Y no era cuestiones de tipo económico según el entrenador, aunque para la entidad sí lo son. En concreto, se trataba de un año más de contrato en el caso de que se lograra la permanencia y la potestad para poder tomar decisiones sobre la confección de la plantilla. 

Este último punto podría haberse incumplido tras pedir Mikel Prieto durante la semana la carta de libertad para marcharse. El club no le puso problemas, algo que no le sentó bien a Parras, puesto que contaba con el futbolista. incluso, trató de convencerlo después de que se le dejara marchar para que se quedase en el equipo ayudando a sus compañeros. 

En busca de nuevo entrenador

Ahora, el Almagro tendrá que buscar un nuevo entrenador para suplir la marcha precipitada de Parras, puesto que ya se desprendió anteriormente de Kiko Vilches. En cualquier caso, lo que no cambiará es que esta jornada el nuevo inquilino no se podrá sentar en el banquillo, porque no dará tiempo a incluir su ficha.