Rajoy escucha a Page y señala a Cospedal... o no
Todo en uno. Ha sido pedirlo Page y hacer Rajoy la concesión. Cospedal se perfila como candidata del PP en las autonómicas de 2019 en Castilla-La Mancha. La alegría va a ser completa en el PSOE regional, que no quiere a otro candidato frente a Page que no sea la propia Cospedal. Los populares castellano-manchegos, por su parte, también andan entusiasmados con el camino marcado por Rajoy a su secretaria general y ministra de Defensa. Todos tan contentos y todos con la misma aspiración, es decir, quitarse la espinita del 2015 y poner las cosas en su sitio: Page quiere ganar a Cospedal las elecciones que perdió entonces y Cospedal querrá en su caso ganar a Page el gobierno que le quitó aún perdiendo. La gran batalla castellano-manchega está en marcha.
Pero todo es hipotético, claro. Que Rajoy el otro día dijera la sorayada de que Cospedal sería la "candidata ideal" en Castilla-La Mancha no significa necesariamente ni que vaya a serlo ni que Cospedal quiera asumir ese papel. Tal vez no con la mundial que está cayendo en el PP. La vida es incierta y caprichosa y tienes sus meandros y sus Cifuentes. Es verdad que el presidente del Gobierno manda mucho y al final tendrá que repartir tareas territoriales entre sus ministros y barones, pero el señalamiento del otro día es sólo un indicio de cómo están funcionando los resortes en la Moncloa aquí y ahora, ya veremos dentro de un par de ratos. Ayer mismo, con el video del robo y la fulminante dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, todo cambió aún un poco más para los populares en todas partes de España, y eso a día de hoy es muy mala noticia para todo este partido. Rajoy y el PP llevan una vida interna tan convulsa y sobresaltada, en un proceso de agitación tan autodestructivo e inexplicable, que cualquier idea de este abril puede quedarse antigua en mayo, no digo ya en 2019. Que Cospedal quiera ser la candidata en Castilla-La Mancha o que efectivamente vaya a serlo es un pronóstico tan aventurado como inestable se ha puesto la vida en el partido entero de Rajoy. La enorme suerte de Page vuelve otra vez a sonreírle: qué tío con fortuna.
Entiendo la felicidad impostada o no de estos días de los socialistas castellano-manchegos, pero parece que aún tendrán que posponerla un poco para que sea verificable y real. Ni lo de Cospedal está claro ni el futuro del PP tampoco. Lo mismo tienen la mala suerte de encontrarse con Vicente Tirado, un suponer, o con algún otro aspirante por el estilo. Cospedal puede ser candidata en Castilla-La Mancha... o no, que es la máxima marianista por excelencia y la que gobierna España en los últimos seis años y pico. Con la que está cayendo en el PP y el largo tiempo que falta hasta que la tarde se quede apacible, pensar ahora en estas cosas no es más que un puro entretenimiento. Esto es una guerra y hay que esperar a que termine.