Prohibido entrar sin pantalones es la novela biográfica que Juan Bonilla (Jerez, 1966) le dedicó en 2013 a la vida y la obra de Vladimir Maiakoski (Baghdati, Georgia 1893- Moscú 1930), una obra en la que se alterna continuamente la narración de la peripecia vital del personaje con el análisis pormenorizado de su poesía.

El caso del poeta, impulsor del futurismo ruso, militante bolchevique, entusiasta promotor de la revolución, propagandista, escritor de guiones, dramaturgo… ha sido desde siempre un enigma para cualquiera que se haya acercado mínimamente a su vida y su obra. Un artista total que veía en cualquier manifestación de la vida una forma de arte y que proclamaba la radical libertad y el individualismo del artista, sometido sin embargo a la disciplina de un partido como el bolchevique que desde sus primeros momentos se mostró como todo lo contrario a lo que Maiakovski proclamaba y que acabaría suicidándose. Un misterio difícil de explicar y difícil de comprender por mucho que se expurguen sus versos, se rastreen sus amantes y  se analiza pieza a pieza toda su multiforme obra como hace con la minuciosidad de buen lector Juan Bonilla a lo largo de las páginas de esta novela biográfica, biografía novelada o novela de no ficción  como prefieren muchos denominar a este tipo de libros que nos acercan a la vida y la obra de alguien.

Seguro que aquellos que estén familiarizados  con la obra de Maiakovski, lo que no es mi caso, encontrarán aquí un inteligente intento de acercamiento al misterio de una vida marcada por la desmesura en la interpretación del arte y de la propia vida entendida más como sueño y como ficción que como realidad objetiva. El futurista Maiakovski pisa la tierra para soñar constantemente con una realidad difícil de conciliar con sus ideales por los propios acontecimientos que lo rodean. La revolución y la guerra civil se desencadena en Rusia y el poeta y el propagandista parecen tener su residencia en la luna. Aunque quizá precisamente esa es la clave que le permitirá  sobrevivir entre el caos. O no se entera o no quiere enterarse. Su reino poético y mental no es de este mundo y mucho menos del de la revolución que proclamaba su propio partido. Una contradicción que quizá explique el absurdo vital al que su propia trayectoria le conduce.

Documentada con minuciosidad y escrita con un ritmo que parece reproducir la obsesión por la máquina, la técnica y el futuro que Maiakovski predica en sus múltiples facetas de artista, a veces uno piensa que la propia narración se ve lastrada por la obsesión del autor de dar mascada al lector la obra completa poética de su biografiado. No hubiera pasado nada porque buena parte de las descripciones de las obras de Maiakovski que hace Bonilla se hubieran reducido o simplemente no hubieran aparecido, algo que el lector conocedor de la obra de Maiakovski estoy seguro que agradecerá.

De todas formas, si alguien quiere conocer un buen acercamiento a la vida y la obra de Maiakovski, tiene aquí una buena oportunidad.

Juan Bonilla. Prohibido entrar sin pantalones. Editorial Seix Barral, 2013. 382 páginas. 18,50 euros.