Blog de Lecturas

Lope de Vega. Cartas (1604-1633)

28 abril, 2018 00:00

Las cartas escritas por Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635) para el duque de Sessa han sido la documentación fundamental que a lo largo del tiempo han utilizado los biógrafos del Fénix de los ingenios. De Cayetano Alberto de la Barrea a Luis Astrana Marín y su Vida azarosa de Lope de Vega, todos los que han escrito sobre él han tenido en esta colección de cartas que ahora publica Cátedra con edición de Antonio Carreño, una mina de datos, anécdotas, referencias, personajes inagotable, y eso, que sólo abarcan los últimos treinta años de su vida.

Como dice el editor en la introducción: “Lope describe, realza y comenta la inmediatez familiar de quién las redacta: gastos domésticos, vestimenta, paseos nocturnos, espacios urbanos (calles, iglesias, conventos, mentideros), diversiones, vida doméstica, autos de fe, amoríos, anatomía sexual, erotismo. Son su salsa verde. Sin descontar el frecuente voyeurismo gráfico y visual: alargarse en saber o ver lo que hacen los otros a través de la palabra escrita y leída en secreto: Y de estar pendiente de la intendencia doméstica: aceite para las velas, reposteros, carruajes prestados, envío de anguilas, pagos atrasados, asistencia a bautizos. Sin descontar sus múltiples compromisos profesionales. Resaltan las cartas comentando las idas y venidas de actores y actrices; las que ruegan y piden: un paño o una tela, un beneficio eclesiástico, una carta de recomendación. Y las que describen anécdotas salaces y picantes: la exhibición de las vergüenzas de un caballero debajo de la ventana de una dama; sobre la cortesana portuguesa que hace favores sin pagar...”. En fin, un panorama de la sociedad de la época desde las entrañas de ella misma, observada por el que en el momento era el indiscutible triunfador de las letras españolas, en contraste con ese Miguel de Cervantes que aparece en una carta de 1604 con el tantas veces repetido juicio: “De poetas no digo: buen siglo es este. Muchos están en cierne para el año que viene pero ninguno hay tan malo como Cervantes ni tan necio que alabe a Don Quijote.”

O sus disputas literarias con Luis de Góngora y sus imitadores, y como dice Antonio Carreño: “…un testamento, como ya indicamos, del quehacer literario, social, familiar y amoroso no solo de dos personas, Lope y duque de Sessa; pero también de su entorno”.

En las relaciones personales, las principales de esta etapa de la vida de Lope son Juana de Guardo, su segunda esposa, su hijo Carlos Félix, su hija Marcela y Marta de Nevares, su último y gran amor cuando ya había tomado órdenes sagradas.

A don Fernández de Córdoba Cardona y Aragón, sexto duque de Sessa, que tuvo el gran mérito de coleccionar estas cartas y un buen puñado de autógrafos de las comedias de Lope, le sirvió como secretario, aunque nunca obtuviera el reconocimiento oficial de su cargo, y sobre todo le sirvió como redactor de sus cartas de amor con las numerosas relaciones que mantuvo fuera del matrimonio a lo largo de su vida y que le valieron por dos veces el destierro a sus tierras de Valladolid y Baena.  Unas relaciones que sirvieron para que más de un estudioso de estas cartas hablara de relaciones “turbias, escandalosas, intensamente serviles, rayando el homo-erotismo, dada la total subordinación del secretario con su señor.”

Uno ha andado enredado en las últimas semanas en esas relaciones que revelan estas trescientas doce cartas, presentadas con un aparato crítico impecable, marca de la casa, pero en el que ha echado de menos un índice onomástico que facilitaría mucho las inevitables consultas que seguro llegarán con el tiempo y el recuerdo de los buenos ratos de lectura que me han proporcionado.

Lope de Vega. Cartas (1604-1633). Edición e introducción de Antonio Carreño. Editorial Cátedra. Letras Hispanas. 686 páginas. 23,50 euros.