Una patada de Rajoy a Talavera en el culo de Jaime Ramos, o viceversa
Ya conocen mis lectores a mi entrañable A., mi amigo progre de cabecera. Quizá menos a mi amigo el pepero. Hoy le toca hablar al pepero decepcionado y maltrecho. Está jodido, muy tocado, respira por la herida porque es talaverano y ejerce de tal. No se lo explica. El gobierno de Mariano Rajoy acaba de hacer un roto sobre el descosido existente con Talavera y con su alcalde. Ni con la peor versión del peor PSOE hubiera ocurrido tal desaguisado, me dice. Ni Jaime Ramos ni Talavera se merecen una mezquindad como la que han propinado a ambos a cuenta del uno coma cinco por ciento de la inversión cultural de Fomento. En una situación crítica como la que vive Talavera, que se desangra a chorros de habitantes y de inversiones, es incomprensible que haya ocurrido. La oposición se frota las manos. José Gutiérrez aún no se cree el regalo que Rajoy le ha dejado para Reyes. Los desbaratados de Podemos preguntan incrédulos al BOE si es verdad la noticia. El hombre no sabe por dónde salir pero supura bilis y desesperanza por la herida. ¿Cómo vamos a exigir algo a la Junta de Page si los nuestros nos hacen esto?
Y todo cuando, según fuentes bien informadas, que diría Luis María Anson, se anuncia una ofensiva total desde el gobierno de Rajoy para elegir los candidatos para las mayores alcaldías que el año que viene se jugarán las habichuelas del poder municipal en España. ¡Qué Dios se la dé buena a Jaime Ramos y al PP en Talavera!, pero la cosa pinta mal y huele a chamusquina.
A Adolfo Suárez le gustaba definirse como un chusquero de la política. Se hizo desde abajo y fuera del circuito de las élites. El problema de Jaime Ramos empieza a ser el del recordado Suárez. Ha llegado a ser alcalde de su pueblo por la vía del chusco comido en el cuartel a diario y parece que tampoco se le perdona desde algunos sectores del propio partido. Mala cosa. El PP se empeña en ser su peor enemigo como lo fue la UCD de Suárez. Si no, no se entiende tanta torpeza. En el PSOE el que gana los votos en unas elecciones tiene la seguridad de que tiene a todo el partido detrás, aquí además cada día hay que luchar contra los de dentro y contra tu propio gobierno, porque hay que ser torpe o malvado para hacer la ruin jugada de negar unos fondos para rematar la restauración de unas murallas que todo el mundo sabe que se llevan apuntando los socialistas, por otra parte con toda razón desde la época de Carlos Gil como concejal de Cultura… en fin. Muchas gracias Rajoy, casi uno comprende lo de Ciudadanos…