¿ES QUE NO TIENEN NIETOS? - Carlos Martín-Fuertes (30 de abril de 2017)
Podía haber comenzado el comentario diciendo, ¿es que no tienen hijos? Sí, me refiero al acuerdo zafio y absurdo que el Ayuntamiento de Toledo tomo en el último Pleno, refiriéndose al circo libre de animales. Un ayuntamiento más, como el de Talavera de la Reina, que se une a esta moda progresista y absurda de suprimir los animales en los circos. ¡Lástima, una costumbre, un reclamo de toda la vida, algo que a todos nos ha entusiasmado y ahora los modernos dicen que es una burrada tenerlos en cautiverio, que sufren!
Sin entrar en detalles, el boxeo, los toros, el circo sin animales, mira que hemos sido burros durante estas décadas. Y lo mejor o peor, según se mire, la mayoría de nosotros sin saberlo. Más paro va a provocar. Y supongo que dentro de poco irán a por los cazadores, a los que cogemos espárragos, cardillos o paseamos. Y seguro que se van a preocupar igual de legislar sobre todos los propietarios vagos, cómodos y añádase el adjetivo que quieran, que no pasean con sus perros, o que no impiden ladrar a todas horas sin importarles un pimiento los vecinos. O de aquellos cerdos desaprensivos que no se ocupan de evacuar la caca de sus canes de las aceras.
Dentro de poco los colegios tampoco podrán llevar a los alumnos de excursión a los zoológicos, otra atracción de toda la vida. ¡Permitir tener animales encerrados en jaulas! Pero eso sí, tenemos abierto el negocio de matar, perseguir y organizar safaris en la selva. ¡Cuánto pecado!, como dice un amigo mío, cuanto cinismo y cuánto tonto anda suelto.
Y me pregunto. Estos concejales que acuerdan tan modernas progresías y avances sociales, ¿no tienen hijos ni nietos? Quien los tenga, ya saben a qué me refiero. No existe cosa alguna más grata en un circo, además de los payasos y el trapecio con acrobacias, que los números con animales. Y es que estamos rozando- creo que ya hemos llegado- a tener más amor a un animal que a las propias personas y estamos montando un circo, virtual, pero cirquense con muchas de las actuaciones que llevamos a cabo en nombre de no sé qué cosa. A ver si legislan y se preocupan lo mismo de que no haya tanto perro y gato suelto ensuciando la ciudad. Y en cautividad. Eso sí, nuestro ayuntamiento y el de Talavera, ya pueden pavonearse de que son progresistas y modernos. Que lo pongan a la entrada. Oiga, para este viaje no hacían falta las alforjas.