EVOLUCIÓN VERSUS ODIO - Jesús Sánchez-Ajofrín (4 de octubre de 2017)
Lo que queda de este país, al que llaman (desde fuera) Spain, son las cenizas de una Constitución ya consumida y desfasada, que pide a gritos su adecuación al contexto actual, con acciones ideadas por mentes autóctonas, más frescas, dinámicas y desintoxicadas de xenofobia; muchas de ellas (por cuestiones evidentes) diseminadas por otros lugares del mundo. Por más que se quiera reavivar la Carta Magna desde sus ignífugas cenizas, con utópicos consensos (inspirados únicamente desde el hedor del rencor político), y por esas personas caducas e incompetentes, que se pavonean sin ningún pudor día a día. Lo único que se consigue con este erre que erre, es parar el tiempo de la evolución, y perderlo en favor de ese odio latente, anquilosado desde años ha, en esta España desarticulada.