CONFIANZA ¡BIEN!, DESIGUALDAD ¡MAL! - Martín Martínez Martínez (19 de febrero de 2018)
Si estuviera claro que los malos gobiernos perjudican la economía. Si se viera con claridad, que una mala política, tiene consecuencias negativas sobre el bienestar de la gente, los gobiernos irían con cuidado. Pero, pasa, que en este mundo globalizado, a menudo la mala política, no se traduce en mala economía. Parece que los gobiernos no tienen en sus manos los hilos de la producción y la distribución.
Si estuviera claro que la desigualdad estimula el crecimiento de los movimientos populistas... Si eso estuviera claro, los políticos deberían esforzarse más para corregirla. Pero ocurre que en este mundo globalizado, si en un lugar, se lucha contra la pobreza, el deseo de los pobres de fuera por visitarlo, aumenta. Y precisamente muchos movimientos, lo que proponen es frenar la inmigración (...)
A pesar de las dudas que nos provocan ciertos teóricos, no deberíamos abandonar los mensajes clásicos: 1. Si no se confía en el sistema, ni los capitalistas invierten, ni los productores producen, ni los consumidores consumen". 2. Si aumenta la desigualdad, aumenta la inestabilidad. "Y a río revuelto, ganancia de pescadores". ¡Ganan los populistas! Los de la orilla derecha y los de la orilla izquierda.