Recuerdo que a un pariente mío, hace muchos años, le leyeron el futuro: "Te morderá un perro". Le dijeron. La profecía se cumplió. Unos 4 años después del anuncio, un perro hizo, lo que para algunos ya estaba escrito. Mi pariente, tal vez, condicionado por el miedo actuó de la peor manera que se puede actuar, ante un perro hostil: Lo miró fijamente, en lugar de ignorarlo. Hizo gestos amenazadores, o corrió, en lugar de quedarse quieto.

Algunas profecías tienden a cumplirse. ¡Algunas! La más conocida: "Este banco se hundirá". Algunas tienden a cumplirse. Y otras funcionan como una vacuna. Generan anticuerpos, es decir, el sistema en el que se difunden, despliega todos los recursos disponibles, para evitar el hecho anunciado. Hay una profecía que los secesionistas catalanes,  consciente o inconscientemente hacen que circule, que yo diría que no es de las primeras: "Cuando los que ahora se oponen a la independencia, se vayan, o se mueran, ésta será inevitable"... Esta independencia anunciada, tal vez,  no se producirá porque está funcionando como una vacuna, y está generando unos anticuerpos, que no podrán vencer los impulsores, o simplemente no se producirá, porque no tiene sentido.

Santi Vila escribió un artículo muy bueno, relacionado con lo que acabo de decir, aunque él no habla de profecías: "Tiranos teleológicos". (La Vanguardia, 14-02-18).