El expresidente Barreda, uno de los "olvidados" del PSOE de Pedro Sánchez
El expresidente castellano-manchego José María Barreda es uno de los diputados "olvidados" por el PSOE de Pedro Sánchez en el Congreso de los diputados, según la clasificación que este martes daba El País en relación con la actividad del grupo Parlamentario Socialista y el aislamiento que sufren los que fueron críticos con el secretario general. Según dicho diario, el PSOE mantiene abiertas las heridas que dejó la durísima crisis de junio de 2016 hasta las primarias de 2017, lo cual afecta a la vida interna del partido en la Cámara baja generando malestar en un sector que siente infrautilizado por no haber apoyado a Pedro Sánchez. El País ha entrevistado a 24 parlamentarios socialistas y su primera conclusión es que se da más juego a un tercio de los parlamentarios y se olvida "a los caídos en desgracia".
De esta forma, el grupo estaría dividido en cinco categorías: líderes, aceptados, conversos, resignados y olvidados. Se citan pocos nombres a pesar de ser un largo reportaje. Y entre esos pocos aparece en primer lugar José María Barreda: "Las intervenciones en Pleno son indicativas de esa percepción en un sector del grupo parlamentario. Desde el pasado 19 de junio, cuando cambia la dirección del grupo, 24 diputados (el 28% del total) ha hecho el 65% de las intervenciones en el hemiciclo, según la web del Congreso. Otros 16 parlamentarios han tenido una intervención y nueve no han tenido ninguna. Entre esos silentes en Pleno hay diputados que desde el principio fueron críticos con Sánchez, como José María Barreda y Soraya Rodríguez, otros que apoyaron al inicio al hoy secretario general y luego cayeron en desgracia, como César Luena y Antonio Hernando, y otros que no están tan alineados".
El resto del grupo de diputados socialistas de Castilla-La Mancha estaría mayoritariamente en las categorías de "resignados" u "olvidados". Hay uno en la categoría de "lideres", aunque no sean muchas sus intervenciones ni sus inicitivas, y los demás parecen más resignados que otra cosa, igual que lo está el propio líder del PSOE castellano-manchego, Emiliano García-Page, que mantiene una postura de colaboración resignada respecto a la actual dirección federal del partido desde que Pedro Sánchez fue reelegido secretario general. Al menos de puertas afuera.