Confidencial

La convulsa política nacional y las encuestas provocan expectación y dudas ante las elecciones en Castilla-La Mancha

31 julio, 2018 00:00

Todo es incierto ante las próximas elecciones autonómicas y municipales en Castilla-La Mancha. Pese a la apariencia de normalidad institucional y la imagen de estabilidad que ofrece el Gobierno de Emiliano García-Page, integrado por la coalición PSOE-Podemos, la situación a día de hoy es completamente incierta y nadie se atreve a aventurar pronósticos de verdad sobre quién puede ganar y formar gobierno a partir de mayo de 2019 en la Junta de Comunidades. Incluso sin que todavía se sepa quién va a ser el candidato a la Presidencia autonómica por parte del PP, si María Dolores de Cospedal o Vicente Tirado o cualquier otro candidato, no parece que los socialistas las tengan todas consigo: el panorama está muy abierto y caben todas las opciones entre los cuatro partidos que presumiblemente obtendrán escaño en las Cortes castellano-manchegas. A saber: PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos.

Indudablemente, la situación regional está directamente influida por la vida política nacional y lo convulsa que está resultando la legislatura, primero con Mariano Rajoy y ahora con un Pedro Sánchez tocado por la gran inestabilidad que padece su gobierno y su absoluta minoría en el Congreso. El cambio de líder en el Partido Popular y la llegada a la Presidencia de Pablo Casado es también un factor a tener muy en cuenta, tal como están reflejando las encuestas. En los últimos meses, el PSOE ha experimentado un aumento de sus expectativas de voto pero el "efecto Casado" parece también estar impulsando al PP, de manera que el bipartidismo clásico podría estar arrinconando momentáneamente a los partidos que lideran Albert Rivera y Pablo Iglesias, con menos protagonismo en los últimos tiempos. Las encuestas electorales parecen encontrarse en un punto en el que socialistas y populares recuperan terreno, aunque no lo suficiente como para formar mayorías absolutas en ningún caso.

Todo ello está generando expectación y muchas dudas sobre lo que puede ocurrir en Castilla-La Mancha en las elecciones de mayo del próximo año. Todos los escenarios están abiertos. El PSOE y el PP aspiran a ganar y gobernar, incluso con una hipotética mayoría absoluta, aunque tampoco desdeñan la hipótesis de gobernar con Podemos o Ciudadanos y formar coaliciones que les permitan alcanzar el poder. García-Page aún no sabe quién será su rival en el PP y tampoco está claro si la actual líder de Ciudadanos en Castilla-La Mancha, Orlena de Miguel, será la candidata a la Presidencia de la Junta, aunque parece que tiene muchas opciones. En cuando a Podemos, actual socio del PSOE en el Gobierno regional, no parece que haya muchas dudas sobre el liderazgo de José García Molina, pese a la fuerte división interna que existe en su partido en la región. Está todo demasiado abierto ahora mismo cómo para pensar en pronósticos certeros, aunque la expectación es muy alta en estos momentos y crecerá a medida que pasen los meses.

Así las cosas, los diez meses que quedan hasta las elecciones autonómicas representan un mundo demasiado lejano y complejo, sobre todo porque en la política nacional van a pasar tantas cosas en este periodo que todo ello tendrá una fuerte influencia directa sobre lo que pueda pasar en Castilla-La Mancha. La tensión política va a ir a más en la región de manera inminente.