Se avecina la guerra del Trasvase (si Pedro Sánchez no rectifica una vez más)
Los regantes del Trasvase Tajo-Segura responderán con movilizaciones y denuncias en los tribunales la orden de "trasvase cero" firmada por la ministra de Transición Ecológica y publicada este jueves en el BOE. Así lo anunció ayer el dirigente del Sindicato de Regantes, Lucas Jiménez, tras la reunión de la Mesa del Agua celebrada con carácter de urgencia en el palacio de San Esteban con el presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia, Fernando López Miras. Este se ha sumado a la vía de los tribunales indicando que el Ejecutivo autonómico emprenderá también "todas las acciones judiciales necesarias para evitar este ataque frontal al corazón de la Región". Y esto no ha hecho más que empezar.
La autorización de un trasvase para uso exclusivo de consumo humano ha sido "un mazazo que traerá graves consecuencias", según opinión generalizada en el Levante tras la decisión de la ministra Teresa Ribera de no activar este mes de noviembre el Trasvase Tajo-Segura para uso agrícola. Se lo dijo en persona Ribera a Fernando López Miras, en una reunión en la que el presidente murciano pedía explicaciones a la ministra sobre el retraso de los envíos de agua del Tajo al Levante. La ministra dio la cara y está siendo tan firme en sus decisiones que todo hace pensar que el Trasvase Tajo-Segura tiene los días contados tal como lo conocemos en la actualidad.
Tal como ha contado de forma detallada Pablo Molina en Libertad Digital, las organizaciones agrarias y los sindicatos de regantes exigieron el lunes a los responsables de la Confederación Hidrográfica del Segura (dependiente del ministerio de Transición Ecológica) que indicaran dónde estaba la presunta rotura que impedía trasvasar agua y nadie había podido localizar. En caso de no dar una explicación satisfactoria, este mismo viernes habría una respuesta contundente por parte del sector agrario. En vez de achicarse, la propia ministra reconoció el miércoles que el motivo de su negativa a enviar agua no tiene que ver con ninguna rotura, sino que a partir de ahora se utilizará un criterio inédito hasta ahora: solo se trasvasarán recursos hídricos a Murcia, Alicante Almería cuando la ministra considere que "hay necesidad".
Nos encontramos ante un nuevo e inesperado escenario en el que los castellano-manchegos, y muy especialmente los pueblos próximos a la cabecera del Tajo y el resto de localidades ribereñas a lo largo del cauce del río por nuestra Comunidad, son los más beneficiados. Se acaba el trasvase y mejora la calidad y la cantidad del agua del Tajo, así como las posibilidades de explotación por parte de la cuenca cedente. Solo hay dos barreras que superar, y no son fáciles. Primera: La propia Ley del Trasvase y el Memorándum de Entendimiento suscrito en 2013 por el Gobierno de Rajoy con los presidentes de Castilla-La Mancha, Madrid, Extremadura, Murcia y Valencia, y la presión de los afectados. Y segunda; La presión de los regantes y la sociedad en general de las regiones del Levante, incluida parte de Andalucía.
El cierre del Trasvase Tajo-Segura obsesiona a Teresa Ribera desde que llegó al Ministerio de Transición Ecológica, tal como recuerda LD: "En una de sus primeras declaraciones como ministra en torno a este asunto, Ribera aseguró que la cuenca del Segura no es deficitaria. De hecho, la ministra explicó que `en realidad, no hay cuencas deficitarias ni excedentarias, porque cada cuenca tiene lo propio de cada una´. A partir de ahí, la consecuencia lógica es acabar con los trasvases y adecuar las necesidades de las cuencas a su caudal anual". A mediados de este mes de noviembre y a preguntas del grupo parlamentario de Podemos, Teresa Ribera mantuvo sus amenazas al Trasvase Tajo-Segura asegurando que se trata de una infraestructura "irresponsable".
El malestar generado en el Levante obligó a Pedro Sánchez a tomar cartas en el asunto asegurando que la ley del Trasvase Tajo Segura se seguirá aplicando. El problema para los murcianos es que temen que se cambie la ley. Mientras tanto se acaba con la cesión de agua por la vía de los hechos, arguyendo en un primer momento que hay una rotura en el acueducto e imponiendo finalmente el criterio de la ministra de que relativo a que haya o no necesidad.
El caso es que el Levante se queda sin el trasvase de 20 hectómetros cúbicos correspondiente al mes de noviembre, lo que ha puesto en pie de guerra a todos los afectados. En la reunión de la Mesa del Agua celebrada con carácter de urgencia ayer en el palacio de San Esteban con el presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia, participaron empresarios, regantes, sindicatos agrarios, cooperativas y exportadores. El presidente de la Mesa del Agua y de la patronal Croem, José María Albarracín, expresó el respaldo a todas las medidas del Círculo por el Agua. La experiencia nos dice que si Murcia se moviliza por algo es por el agua y que en esta ocasión, que se sienten más afectados que en ningún otro momento de la historia del trasvase, tratarán de nuevo de ir a por todas.
El Gobierno de Pedro Sánchez, y especialmente la ministra Ribera, parece decidido a terminar con el trasvase Tajo-Segura, todo lo contrario que aquel otro ejecutivo socialista de Rodríguez Zapatero y Cristina Narbona. Bienvenida esta nueva posición antitrasvasista del PSOE nacional, siempre que no sea otro órdago de Sánchez para extremar posiciones y luego rectificar para satisfacer a los que más protestan. El tiempo lo dirá.