No me sorprende en absoluto, pero he leído estos días en tres o cuatro periódicos que ha crecido significativamente en las baronías del PSOE el temor real a una victoria de Pedro Sánchez en las primarias del próximo domingo. Estamos a seis jornadas del día D y los socialistas viven sin vivir en sí, asustaditos ante la posible llegada del pedrisco que pueda destruirlo todo y poner patas arribas a un partido histórico y hasta ahora esencial en la democracia española. Pablo Iglesias contempla su obra y ha llegado a creerse que está a punto de culminarla pero líderes territoriales como Emiliano García-Page intentan a toda costa evitarlo y están volcados con Susana Díaz, como se ha visto este domingo en Toledo.

Las espadas castellano-manchegas, sin embargo, están en alto. La recogida de avales, con Sánchez pisándole a Susana los talones por toda la región, ha sido toda una sorpresa para el entorno de Page y se ve que Jesús Fernández Vaquero, el gran número dos del PSOE regional, no ha sido capaz de tenerlo todo controlado y el partido también parece abierto en canal, desde Toledo a Albacete, por todos los rincones de la geografía autonómica. El PSOE ya no es lo que era y aquel partido centrado, unido y socialdemócrata que fue antes del zapaterismo vive hoy en día sus horas más bajas y profundamente roto antes de que este domingo sus militantes vayan a votar. Que sea lo que tenga que ser.

La derivada regional de todo este lío es que la gente de Page está absolutamente indignada con el secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina, y este par de socios que firmaron ante notario el acuerdo de legislatura y se declararon el amor, la paz y el matrimonio, andan a la greña dos años después y han roto todos los puentes que tendieron. Se ve que sólo les unía su fobia a María Dolores de Cospedal y ahora se comprueba que entre ellos no hay más que enemistad, desacuerdos y mucha inquina, como se puede fácilmente comprobar viendo los viendo los videos de "campaña" que se han lanzado estos días a la cabeza, entre la sátira y la ironía de baja calidad y un punto muy hortera que no hay quien se lo fume: a Page los chicos de Molina le perfilan como un socialista descafeinado y sumiso de Cospedal, pero a Molina la gente de Page le presenta como un vago alérgico al trabajo que lo está destrozando todo en Castilla-La Mancha.

Se ve que el cambio era esto. Un terremoto para romperlo todo. Mientras tanto vamos entreteniendo la mañana con lo que hoy cuenta el OK Diario: que Esperanza Aguirre propuso tres veces a Ignacio González como candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid a las autonómicas de 2015 pero Cospedal frenó en seco estas aspiraciones desde Génova y optó por Cristina Cifuentes, ya vemos que con mucho éxito y acierto. Pues eso.