Bronca de Vaquero, la poquita cosa de García Molina, Guijarro se contradice y el no de Cospedal
Me tiene muy confusa la actitud de los tres partidos políticos en las Cortes de Castilla-La Mancha. Vamos, los que mandan y reparten el bacalao en la región. El presidente, Jesús Fernández Vaquero, tendría que echarlos una bronca. No sé por dónde cogerlos, ni entiendo lo que dicen y mucho menos lo que hacen. Resulta que Castilla-La Mancha atraviesa ahora mismo una de las mayores crisis institucionales y políticas de la democracia y estos chicos de Gilitos jugando al escondite y a las trampitas y escaramuzas. El otro día defendí como un importante movimiento político y un gesto positivo la carta a los tres partidos enviada por el consejero Juan Alfonso Ruiz Molina en nombre del Gobierno de Emiliano García-Page con la idea de retomar la negociación de los Presupuestos, y ahora me encuentro con que esa iniciativa no ha provocado más que ruido y alboroto alrededor.
No entiendo nada. Por un lado, está José García Molina, secretario regional de Podemos y artífice de la ruptura presupuestaria y, por tanto, del bloqueo actual: recibe la carta del Ejecutivo de Page y va el hombre y se enfada porque no le gusta haber recibido la misma carta que el PP, él que es tan especial y tan resabio y habla tan quedito. Todo una autoridad. García Molina, en su alta opinión, debería haber sido llamado por Page y no esas pequeñeces de una misiva molinesca, poquita cosa para su gran estatus de socio consorte y poseedor de la llave que todo lo abre. Por otro lado, el vicepresidente de la Junta, José Luis Martínez Guijarro, sale a contradecir a Page y a la propia carta de Ruiz Molina y dice que es "rotundamente falso" que el Ejecutivo regional vaya a negociar con el PP, no sabemos si por algún tipo de complejo o guiñando el ojo podemita: entonces, ¿por qué le envían la carta a este partido? Y finalmente aparece en escena el portavoz parlamentario del propio PP regional, Francisco Cañizares, y ofrece su "mano tendida" a la negociación presupuestaria pero con un sinfín de condiciones que lo ponen todo muy difícil.
Es decir, un disparate. Todos contra todos en la tarea de salvar a Castilla-La Mancha del cerrojazo actual. Algo bueno, comprensible, sereno y bienintencionado como, a mi juicio, es la carta del consejero Ruiz Molina se convierte en un destrozo por culpa del manoseo político y el juego de estrategias en el que todos andan metido. La verdad queda en un aparte. Prefiero quedarme con la prudencia que han puesto sobre la mesa esta semana el propio Page y también el portavoz de la Junta, Nacho Hernando, ambos en tono mucho más conciliador y discreto. No sé si al final todo este asunto llegará a un buen puerto, pero no parece que las renegociaciones empiecen limpias y desinteresadas. Confío mucho en que el presidente Page sabrá poner cordura y sensatez en todo esto. A él le toca.
En fin, no se pierdan la entrevista de Alberto Morlanes al secretario general del PP de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, que hoy jueves publica este digital. Tiene mucha sustancia y contenido, y además veinte nombres del PP que, según Tirado, tienen capacidad para presidir el Gobierno de Castilla-La Mancha. Toma ya. Eso me suena a que ya se está pensando en que María Dolores de Cospedal no será la próxima candidata de este partido a la Presidencia de la Junta. Digo me suena, pero tal vez me lo invento.