El Partido Popular celebrará en la segunda quincena de mayo sus cinco congresos provinciales de Castilla-La Mancha bajo el signo de la unidad interna y la cohesión. Pese a algunos brotes de conflicto surgidos en las provincias de Toledo y Cuenca, el buen trabajo de "fontanería" realizado por el secretario general del PP de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, ha conseguido finalmente unir a todo el partido en torno a cinco candidaturas únicas de las que saldrán los nuevos presidentes provinciales, varios de ellos reelegidos, y unos equipos de dirección renovados y listos para afrontar los próximos retos electorales del partido. Serán los nuevos presidentes Francisco Núñez por Albacete, Francisco Cañizares por Ciudad Real, Benjamín Prieto en Cuenca, Ana Guarinos en Guadalajara y José Julián Gregorio en Toledo.
 
Una de las claves de este buen clima de unidad interna en el PP castellano-manchego es el fuerte e indiscutible liderazgo regional de María Dolores de Cospedal que, como presidenta del partido en la comunidad, salió reforzada del reciente congreso regional y es el gran hilo conductor del ambiente de optimismo y cohesión que viven los populares castellano-manchegos en los últimos años. La tranquilidad interna con la que el PP afronta estos cinco congresos provinciales es la prueba evidente de que, pese a perder la Junta de Comunidades en 2015, este partido se encuentra muy fuerte en Castilla-La Mancha y está dispuesto a recuperar el poder en las autonómicas de 2019, el gran horizonte electoral de todas las formaciones políticas de la región en estos momentos.