Editorial

García-Page, Gregorio y la necesidad de la prudencia

24 octubre, 2017 00:00

La batalla política que vienen protagonizando en los últimos días el Gobierno de Emiliano García-Page y el delegado del Gobierno central en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, en torno al artículo 155 de la Constitución es innecesaria y está fuera de lugar en un momento tan grave y delicado como el que atraviesa España por la crisis catalana. Los políticos deben ser sensatos y prudentes y no añadir más problemas a los que ya existen, sino todo lo contrario, contribuir a resolverlos y nunca a incendiarlos. Esta pugna Page-Gregorio ha trascendido más allá de Castilla-La Mancha y se ha comentado incluso en la prensa de Cataluña, dejando a la política castellano-manchega en una posición un poco frívola en una hora tan delicada.

Tanto Gregorio al pedir alegremente la aplicación a García-Page del 155 como el propio Gobierno de Castilla-La Mancha al tener una reacción tan contundente y pedir formalmente su dimisión, sin olvidar que el portavoz de la Junta, Nacho Hernando, acusó al delegado del Gobierno, de "sacar a pasear la pistola de Tejero", ponen de relieve una actitud de excesivo e impostado enfrentamiento totalmente fuera de lugar en un momento tan crítico como este. Todos deberían disculparse y reconducir la situación, mostrando la unidad de los partidos demócratas que es imprescindible en estos momentos en España.

Ya sabemos que el PSOE y el PP ha convertido la vida pública de Castilla-La Mancha en un escenario eterno, cansino y tontamente cotidiano de batalla y forzada confrontación, pero hay momentos en los que toca crecer y saber estar con los acontecimientos. Hay que ponerse a la altura. Con el artículo 155, con la Constitución, las leyes y la unidad de España no se juega y salir ahora con esta polémica absurda es una metedura de pata que es necesario corregir. Un poco de orden, responsabilidad y respeto.