Pedro, tras Felipe
Me dice una amiga politóloga que después de las primarias socialistas, Pedro termina en la Moncloa como presidente del Gobierno. Quizá la euforia militante se haya disparado, pero uno que tiene ya algunos años, recuerda cómo en el setenta y nueve Felipe se fue cuando el partido no quiso abandonar el marxismo de su ideario oficial para volver meses más tarde, después de que sus tesis se impusieran definitivamente. Lo que vino más adelante, de todos es sabido. No sé lo que pasará con Pedro, pues no poseo bola de cristal. Sí sabemos ya que los barones lo hicieron hombre el otro Primero de Octubre que ha quedado para la Historia. El golpe de Estado de los coroneles, que así ha sido fijado por la militancia tras la votación de este domingo, convirtió al secretario general del PSOE que peores resultados en la Historia obtuvo en víctima propiciatoria, cordero llevado al matadero. De nada sirvió que se hablara entonces de Gobierno Frankestein, Monarquía o República y no sé cuántas cosas más. El PSOE tiene esta vena ácrata que saca siempre que puede. Ya ocurrió con Almunia y Borrell en el noventa y tantos, cuando Zarrías llenaba de votos las urnas antes de empezar. Borrell cayó entonces en una portada de El País, a manos de Huguet y Aguiar. Ahora ya creo que no habrá maniobras tan turbias.
El que resiste gana, dijo Cela hace muchos años. Sánchez lo ha hecho y, pese a que lo hemos comparado con el peor pedrisco de la tormenta, consigue pasar el Rubicón de las primarias. Ahora tendrá que negociar de nuevo con las baronías el reparto de poder y cómo organiza el partido. Si lo podemiza de forma definitiva, el elector preferirá el original a la copia, aunque también está más cerca un acuerdo con Coleta Morada, que el sábado ya se ocupó de ganar la moción de censura por su cuenta. El escenario que se abre ahora es imprevisible del todo. Imagino a Antonio Hernando cambiando de nuevo el color de sus gafas ya ahumadas.
Emiliano tiene una papeleta difícil a partir de ahora. Dijo por vez primera que podría plantearse su futuro en caso de que Pedro Sánchez ganara. Anoche Vaquero señaló que los socialistas de Castilla-La Mancha no consentirán ninguna duda en las intenciones del presidente. Es el único que aglutina al PSOE en la región y quien manda en el Gobierno. Igual la victoria le allana el camino para los presupuestos, aunque es pronto para decirlo. Hoy conoceremos los resultados de Podemos en la región. Alguno anoche elucubraba que Iglesias y Molina podrían pedir la cabeza de Emiliano. No se dará el caso. Page es un superviviente nato y sabe hacer de la necesidad virtud. González Ramos ganará enteros, pero no es conocido fuera de Albacete. Además, PSOE y Podemos no tienen más remedio que sacar adelante las cuentas de la región si no quieren que el PP les pase por encima. Sería el fracaso de los dos.
Raúl del Pozo, flamante Medalla de Oro de Castilla-La Mancha, dijo hace años que molaban los tiempos revueltos y convulsos porque se vendían más periódicos. Ese consuelo nos queda. Tengo escrito que el PSOE es el partido que más se parece a España, porque es quien más tiempo la ha gobernado. No me imagino la cara de Rajoy anoche al ver los resultados. El PSOE sobrevivió a la Guerra Civil y la división entre Prieto y Caballero. Lo que pase a partir de ahora, ni Pedro lo sabe. Ni desaparición o disolución como en Europa, ni presidente por aclamación. Pablo Iglesias revisa su libreta y le da el CNI a Monedero y Carmen Lomana. No es no, sí es sí y una hostia es una hostia. Agrupémonos todos…