El Alcaná EL ALCANÁ

Un puente para toda la vida

14 agosto, 2017 00:00

Este ferragosto nos ha traído un gobierno de coalición a Castilla la Mancha y un manto nuevo a la Virgen del Sagrario. Ya sé que no hay que mezclar Trono y Altar, pero no he sido yo quien ha decidido esta coincidencia en el calendario. Los botijos de la Catedral Primada se preparan para beber el agua de la Virgen y Emiliano y Molina llegan vírgenes de resentimiento a este matrimonio de conveniencia. Ambos han pactado un ejecutivo prístino, inmaculado como los chorros del oro, hasta que han salido los sindicatos y han dicho que se han colocado una paguita para toda la vida. El peperío mientras tanto la lía en las Cortes y Ana Guarinos habla de pederastas y delincuentes. Robisco le da al botón y quita la palabra a los diccionarios. Llorente se hace el ofendido, María estrena el manto púrpura de la vicepresidencia de las Cortes y la prensa los saca en portada. Todavía estoy por que alguien me diga que trabajar en agosto es un coñazo.

España legalizó al Partido Comunista un Viernes Santo, entre torrijas y vía crucis. Las cosas grandes pasan de momento, en un pispás, mientras el personal mira al tendido. Ahora se nos cuela este gobierno que nace como todos, con ganas de cambiar el mundo hasta que sea el mundo quien los cambie a ellos. Me parece desmedida la reacción suscitada en determinados foros por su creación, cuando el pacto es la esencia misma de la democracia, sobre todo si no hay mayorías. Es cierto que hace dos meses se llamaban perros judíos, pero hay que recordar que la caridad es una de las virtudes teologales. Se les juzgará no por su pasado, ni tan siquiera por lo que digan; únicamente habrá que valorarlos por sus obras. Y es ahí donde la han cagado nada más empezar.

Primar al cargo político sobre el funcionario de carrera no se sostiene por más argumentación jurídica o bizantina que se desarrolle. Si el director general o consejero fuera elegido por sus méritos contrastados en un currículum compulsado, no pondría objeción alguna a la medida. Me parecería justo y razonable que a su salida encontrara una gratificación a la labor desarrollada y a no haber podido promocionar como el resto de compañeros. Pero como sucede que la designación del cargo político viene determinada por la confianza que le ofrece a quien lo nombra - lógico, pero subjetivo-, si no por su militancia, no ha lugar a primacía alguna sobre el resto de los pares. A nadie se le pone una daga en el pecho para aceptar una dirección general o consejería. Hasta donde yo sé y conozco, es algo voluntario. Me parece justo que cobre luego lo que le corresponda, pero no que regrese con unos niveles que al resto de los mortales le es vedado si no es por concurso oposición. Otra cosa sería si la administración funcionara como la empresa privada, algo por lo que vengo clamando en el desierto sin fortuna alguna. En ese caso, la medida sería fabulosa, porque el elegido sí que sería el más capacitado y, por tanto, merecería los honores. Como no creo que sea este el caso, Psoe y Podemos deben estudiarlo.

Entre otras cosas porque la Historia ya demostró que el peperío perdió las elecciones por los funcionarios. Que desde el STE a CCOO hayan salido a coro, es para pensárselo. El Nespagé y la inmoralidad chirrían en la boca de quienes son más próximos al gobierno. De ahí, que haya que hacérselo mirar. No creo que a Molina le haga falta una medida como esta, tal y como he escuchado estos días. Es educador social y su currículum, amplísimo. Y el resto, tienen sus puestos más o menos asegurados. Colocar de matute una medida así es darse un tiro en el pie a la vista del graderío. El Puy de Fu va a soltar los leones antes de lo previsto.

Y entre tanto, el peperío se entretiene con los delincuentes y los maduros. Habría que pedir algo de cordura, sensatez y moderación. El cabreo como bandera es igual que la pera podrida del frutero, contagia a los demás y pudre al resto. Creo que el PP tendrá motivos de sobra para hacer oposición, pero largar de esa manera sobre los podemitas es hacer un nuevo Cristo de Borja. Las elecciones se ganan en el centro y la moderación. De ahí que el gobierno de Emiliano nazca también preso si Molina se vuelve loco. Aunque es uno de los más cercanos a Pablo Iglesias, este Guillermo de Baskerville ha demostrado templanza y moderación, aliñadas con algo de narcisismo. La jugada le ha salido redonda, pero si incurre en errores como el de los funcionarios, el castigo le puede costar caro. De un sueldito, a un puente para toda la vida. Que nadie, ni oposición ni gobierno, pierda los nervios. La partida es muy larga y los tableros, varios. De puente a puente y tiro porque me lleva la corriente.