Luis Antonio González Madrid. Imagen de archivo.

Luis Antonio González Madrid. Imagen de archivo.

OBITUARIO

González Madrid, adiós a un hombre bueno al que no dejaron ser el alcalde que Talavera necesitaba

6 octubre, 2024 18:31

Descanse en paz Luis Antonio González Madrid. Fue el alcalde de mis comienzos profesionales en Talavera. Crepúsculo de los años 80, mi época de arranque en el ABC. Un tiempo en el que yo no sabía nada, casi lo mismo que ahora, y me sentía además un pobre ingenuo que aún creía en la política y, pobre de mí, en todos aquellos seres que la poblaban. Y parte de la culpa de aquella fe la tuvo este hombre bueno que fue Luis Antonio González Madrid y al que, obviamente visto con la perspectiva de hoy, está claro que no dejaron ser el alcalde que Talavera necesitaba.

Pudo haberlo sido, pero no fue posible. Tenía la inteligencia, las ideas, las ganas y la honradez para hacerlo, también sus limitaciones, pero fue imposible desplegar nada de aquello. Luchaba contra gigantes y poderosos. También era un soñador: le atenazaron, le acosaron políticamente, le acorralaron y terminaron haciéndole la vida imposible hasta que una moción de censura le desalojó de la Alcaldía y todo su plan y su buena fe cayeron desplomados por el acantilado de lo que no pudo ser. Dejó la casa vacía y el mandato a medias. Y todo casi por empezar.

Lo digo ahora porque es verdad y siempre lo será: fui un periodista que creyó en González Madrid, en el hombre y en el político, y tuve con él una buena relación personal que ya venía de atrás porque fue el director de mi instituto y ahí empecé a tener algún trato con él. No fue nunca un político al uso, le costaba mover los hilos de su gestión, pero yo creí en él: siempre pensé que habría sido el alcalde del final de la decadencia de mi ciudad y me lancé a apoyarlo en la medida que pude. Pero su ingenuidad era casi tan grande como la mía y, siempre sitiado por el poder implacable, sucumbió y entristeció. Directamente, lo echaron.

Ahora que ha muerto, a sus benditos 94 años, dicen las crónicas sobre González Madrid una frase recurrente que, sin embargo, en mi opinión es una gran verdad: fue una persona muy querida en Talavera y dejó un legado en la política y en la sociedad talaverana. La herencia del hombre bueno, en el buen sentido de la palabra bueno, que nos sirvió con su ejemplo y nos marcó un camino a los que quisimos entender lo que hacía y darle valor en toda su dimensión.

Aquel era un despacho abierto y un corazón dispuesto. Un tipo elegante: fue el hombre de la Transición en Talavera, que a nuestra ciudad llegó un poco más tarde, y quiso conciliar a los diferentes en el objetivo común de hacer bien las cosas y pensar sólo en lo de todos. No pudo ser. No quisieron dejarlo. Recuerdo el acoso feroz y las malas artes políticas. Y eso fue todo. Un alcalde que iba camino de ser El Alcalde. Treinta y tantos años después Talavera está dónde está, pero González Madrid siempre siguió paseando las calles y dando abrazos a sus amigos. Así fue. Y ahora glosando el cielo.