El Pasante

Cospedal se pone a la orden

3 abril, 2017 13:01

Tras imponer su candidatura a la presidencia del PP de Castilla-La Mancha de forma triunfal, una eufórica María Dolores Cospedal ha decidido coronar el éxito en Washington aprovechando la visita al Pentágono para entrevistarse con su homólogo norteamericano James Mattis. Tras la llamada de atención hace unas semanas del presidente Donald Trump para que los socios de la OTAN “hagan más respecto a nuestra defensa común” –entiéndase, aflojarse el bolsillo-, la ministra Cospedal se ha puesto de inmediato a la orden.

España es el tercer país de la Alianza Atlántica que menos porcentaje del PIB destina a Defensa (el 0,9%), tan sólo por detrás de Bélgica y Luxemburgo, muy lejos del 2 por ciento convenido por todos sus miembros en la Cumbre de Cardiff de 2014. Aunque cumplir con este compromiso supone para nuestro país un desembolso de unos 14.000 millones de euros, Cospedal tiene de plazo hasta 2024 para regularizarlo y dejar de ser uno de los países con menor gasto militar en proporción a su economía.

Al impulso en materia de Defensa dado por la ministra en los Estados Unidos, se une también el anuncio hecho público por la propia Cospedal de una ley que blinde a las Fuerzas Armadas de los vaivenes económicos y políticos que pudiera sufrir España. Una situación acontecida por la crisis vivida por nuestro Ejército en 2012, cuando destacados miembros de Defensa alertaron incluso sobre la posibilidad de dejar “inoperantes” a nuestras tropas ante el pírrico presupuesto asignado. Al parecer en vano, pues en 2016 se destinaron solo 5.734 millones de euros a gasto militar, un 32 por ciento menos que en 2008.

Además de estos compromisos, María Dolores Cospedal tiene ahora que hacer frente a los pagos pendientes de los Programas Especiales de Armamento. Unos acuerdos de adquisición de material para Defensa suscritos por el Gobierno de Felipe González que acumulan una deuda por valor de 20.000 millones de euros, y que el Tribunal Constitucional ha prohibido saldar con créditos extraordinarios con los que ir pagando tan cuantiosa factura.

Impasible al desaliento, también a los presupuestos de un Departamento históricamente poco transparentes, los primeros pasos de Cospedal al frente de Defensa están siendo bien valorados por la cúpula militar, que ven en la nueva ministra una aliada fiel y garante de la estabilidad económica del Ejercito. Bien es cierto que otros mantienen un cierto escepticismo por saber dónde sacará la secretaria general del PP suficiente presupuesto para atender tanto compromiso precisamente cuando la sanidad, educación, o políticas sociales en este país están sufriendo serias restricciones presupuestarias.

En cualquier caso siempre cabe aplicar la fórmula González y seguir dejando en los cajones para el siguiente facturas y otros compromisos; también pagar “en diferido”, un sistema que la ministra conoce a la perfección. Pues de no ser así, y cumplir puntualmente con lo anunciado, tiemble el ministro Montoro. Podemos ver muy pronto como la cartera de Hacienda también la acapara Cospedal en su condición de modélica administradora de fondos públicos de este país y ávida pluriempleada.

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