¿Por qué vuelven a estar cerca Bono y Barreda de su íntimo “enemigo” Alfonso Guerra?
El expresidente castellano-manchego José Bono entró en el PSOE de la mano de Alfonso Guerra y fue un ardiente partidario del carismático exsecretario general de los socialistas durante años, hasta que las cosas se torcieron y el de Albacete tomó partido por Felipe González. Lo mismo hizo José María Barreda, que entonces estaba a las órdenes de Bono. Durante años los expresidentes castellano-manchegos han mantenido las distancias políticas y personales -al menos aparentemente- con Guerra y todo hace pensar que así siguen todavía. Sin embargo, quizá porque los tres han madurado políticamente y porque las circunstancias de la política actual no tienen vuelta de hoja para los que ya no luchan por el poder ni los cargos, los tres han coincidido plenamente en su visión de lo que está ocurriendo en Cataluña, aunque alguno lo expresa de forma más tajante.
Todos opinan que la Generalitat está actuando ilegalmente y defienden la actuación de la Guardia Civil, por lo que consideran inoportuno reprobar a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, tal como ha anunciado el PSOE de Pedro Sánchez. Guerra es el más duro con los independentistas catalanes, a los que ha comparado con el nazismo de Hitler, y ha rechazado cualquier tipo de diálogo con “los golpistas”. El exlíder andaluz socialista ha lamentado que los sucesivos gobiernos hayan permitido a la Generalitat dominar tres "elementos poderosísimos": la educación, la televisión y la Policía, y ha expresado que TV3 es una televisión "asquerosamente sectaria". Lo que le enfurece es que allí “dan un golpe de Estado y ponen los ojos en la Policía. Pero, ¿qué es esto? Debe ponerse el acento en los golpistas, como hizo ayer su majestad el rey". Critica, en contraposición a Pedro Sánchez, que se centren esfuerzos en confeccionar la reprobación a Sáenz de Santamaría en el Congreso en lugar de censurar con toda la fuerza posible el desacato de la Generalitat.
Con la habilidad dialéctica que le caracteriza, Guerra se hace una sencilla pregunta: "En París el ejército está en la calle, ¿no son demócratas?". Sobre la aplicación del artículo 155 de la Constitución vuelve a preguntarse: "¿Cuánto tiempo llevamos hablando de la necesidad de aplicarlo? Nuestros políticos han decidido defender la Constitución, menos el 155. ¿Qué clase de demócratas son?". Finalmente afirma que "ser nacionalista y ser socialista es incompatible”.
Por su parte, José María Barreda, expresidente de Castilla-La Mancha y diputado nacional del PSOE por la provincia de Ciudad Real, ha calificado de inoportuno reprobar a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, por las actuaciones policiales del 1-O en Cataluña. De hecho, ha criticado que nadie haya preguntado desde la dirección del PSOE a los parlamentarios socialistas sobre esta iniciativa. Cuando los policías y los guardias civiles desplazados a Cataluña para frenar el 1-O están siendo "acosados", a Barreda no le parece "oportuno" plantear la reprobación de la vicepresidenta, como ha anunciado la portavoz parlamentaria del PSOE, Margarita Robles.
En un momento como el actual de crisis del Estado, Barreda no comparte ser equidistantes entre el Gobierno español, esté quien esté al frente, y "quienes quieren proclamar unilateralmente la independencia desobedeciendo la Constitución, el Estatut, y el reglamento del Parlamento pisoteando el Estado de Derecho".
José Bono, finalmente, ha afirmado este martes que desde la Guerra Civil "no hemos tenido una crisis nacional tan grave" en España y ha defendido la actuación de la Guardia Civil y la Policía Nacional en Cataluña el día 1 obedeciendo a los jueces frente a los Mossos d'Esquadra, que "no cumplieron su obligación". Ha criticado que "se esté intentando consumar el atropello al estado de derecho" y a la ley y que "algunos" quieran presentar a la Guardia Civil y a la Policía Nacional "como los culpables de lo que ocurre en Cataluña". Bono ha expresado que le gustaría que estuvieran "juntos" PSOE, PP, Ciudadanos y "todos aquellos que somos amantes de la Constitución" y a quienes "nos costó mucho conseguir que en España hubiese libertad frente a la dictadura, a la que nos enfrentamos". Ha argumentado que lo que une a estos partidos es la solidaridad y la libertad mientras que a los "separatistas" les une "un sentimiento inmoral, de egoísmo" ya que "quieren separarse porque quieren vivir mejor, quieren separarse porque dicen que no quieren ser solidarios".