¿Qué castellano-manchego ha defendido a los futbolistas que no se posicionan contra Rubiales?

El "pico" de Luis Rubiales a la delantera Jenni Hermoso tras acabar la final en la que España se convirtió en campeona del mundo de fútbol ha generado un tsunami de reacciones y consecuencias no solo en nuestro país, sino en el resto del mundo. 

El apoyo recibido por la jugadora de la Selección y sus compañeras, que han hecho piña con ella, ha llegado desde amplios sectores de la sociedad, aunque también se han producido silencios significativos. Este es el caso de los futbolistas profesionales, que salvo excepciones como la del albaceteño Andrés Iniesta o el bético Borja Iglesias han preferido no posicionarse. 

Una actitud que ha sorprendido a muchos y que ha sido criticada por aquellos que la consideran egoísta y poco empática con sus compañeras. Sin embargo, el exportero Santiago Cañizares, natural de Puertollano (Ciudad Real), ha justificado el mutismo de los jugadores durante su participación en una tertulia de la cadena Cope, emisora donde es comentarista habitual desde hace años. 

Para Cañizares, que defendió los colores de la Selección en 46 ocasiones, que los futbolistas profesionales hayan decidido callar mayoritariamente se debe a que en esta cuestión ha entrado "de lleno la política". "Y los futbolistas dicen: 'donde haya política, que conmigo no cuenten'", añadía el exguardameta del Real Madrid y del Valencia en el programa 'El Partidazo de Cope', presentado por Juanma Castaño.

Un argumento que era rebatido por la periodista Silvia Marchante, que defendía que "este no es un tema político, sino social" y que "otra cosa es que la política se haya metido en un tema social". A lo que 'Cañete' respondía: "Si tú esto lo quieres desvincular de la política, otro gallo cantaría. Pero como esta semana ha entrado la política de lleno, muchos futbolistas han pensado 'iba a decir esto, iba a decir lo otro, pero no digo nada'". 

En las redes sociales, la justificación de Cañizares ha generado división de opiniones. Son muchos quienes le dan la razón y otros que le acusan de ponerse de perfil a la hora de condenar el machismo.