El Partido Popular de Castilla-La Mancha ha alertado de que el PSOE pretende "dinamitar" a Podemos y ocupar el puesto de "izquierda radical" que lidera la formación morada ,con el consentimiento del líder regional de Podemos, José García Molina, y la futura nueva diputada, María Díaz.

La diputada del PP en las Cortes de Castilla-La Mancha Claudia Alonso ha subrayado este martes, en rueda de prensa, que la sumisión de Podemos al Gobierno de Castilla-La Mancha es "absoluta" a cambio de "cuatro asesores", que son los "únicos", a su juicio, que apoyan la entrada de Podemos en el Gobierno.

"La realidad es que la sumisión de Podemos es tan absoluta que al final lo único que están consiguiendo y realmente quieren es dinamitar el partido podemos en Castilla-La Mancha", ha manifestado Alonso.

Según la parlamentaria del PP, el objetivo del jefe del Ejecutivo regional y secretario general del PSOE castellanomanchego, Emiliano García-Page, es "ocupar el espacio" de Podemos.

"Esto es un Gobierno absolutamente indigno, que le da igual todo con tal de mantener sus puestos y sillones", ha subrayado Alonso.

"Page está solo"

En este sentido, Claudia Alonso ha insistido en que Page está "solo" dado que nadie de su Gobierno ha salido a defenderle, a excepción de su cuñado, el diputado socialista Fernando Mora, "que es el único que queda ya para defender a Page".

Por otro lado, la diputada popular ha criticado la actuación de Podemos respecto al Hospitalito del Rey al haber defendido hace unos meses la reapertura de esta infraestructura, y asegurar García Molina ayer que en los pactos "no puede entrar todo".

"Ahora lo que les interesa son las moquetas", ha subrayado.

En este sentido, ha recordado que con los "700 millones de euros" que destina el Gobierno de España a la región se puede "perfectamente abrir una infraestructura fundamental".

Según Alonso, a Podemos su formación "ya le da igual", por ello están convencidos de que "el encargo que tienen es dinamitar Podemos directamente".

Asimismo, la parlamentaria del PP ha alertado del "despido de profesores de religión" que se va a producir el próximo 1 de septiembre, dado que el Gobierno pretende eliminar las clases de religión, "reduciéndolas al mínimo"