Un alcalde de la región denuncia que sus vecinos esperan "unos 20 días de media" para ser atendidos por el médico
“Los vecinos de La Alberca de Záncara están sufriendo en primera persona la mala planificación sanitaria de la Junta de Comunidades, quedándose sin médico en la localidad y teniendo que esperar 20 días de media para que se les dé cita”. Así de contundente explicaba el alcalde del municipio manchego, Francisco Quílez, del PP, la situación a la que están sometidos los habitantes de su pueblo, quienes se ven privados de poder contar con un médico en su consultorio cuando el titular se ausenta por vacaciones.
“Es lamentable que un pueblo como éste, en el que vivimos casi 2.000 personas, no contemos con un derecho básico y elemental como es el de poder ir al médico cuando nos ponemos enfermos”, explicaba el primer edil, quien reiteraba su petición al Gobierno que preside el socialista Emiliano García-Page a que ponga fin a esta situación, “la preocupación por los habitantes de la provincia de Cuenca y por sus pueblos se demuestra solucionando situaciones como la que vive La Alberca y no viajando a otras comunidades autónomas a reunirse con políticos que incumplen la Ley”, apuntaba Quílez.
A la ausencia de médico se une también otro problema, según el alcalde, que denuncia el retraso que tienen que sufrir los habitantes de La Alberca para que se les dé una cita médica. "La espera es unos 20 días de media, lo cual resulta completamente inhumano, tanto si la enfermedad que padeces es grave, como si no lo es”, explica Quílez, que hace referencia de manera especial a las personas más mayores. "Ellos no pueden esperar tanto tiempo ni desplazarse a otros pueblos para que les atiendan. ¿Qué pasa si a estas personas, sobre todo, se les termina la medicación y no tienen la previsión de pedir cita para casi dentro de un mes?”, añade.
Ante esta ausencia reiterada de médico, los habitantes de La Alberca que pueden desplazarse se ven obligados a hacer uso de los servicios de Urgencias de San Clemente y de Villarrobledo. "Un uso de este servicio que no es el adecuado, pero no nos queda otro remedio”, asegura el alcalde.
Para acabar con esta situación, el regidor ha iniciado una recogida de firmas en la localidad para hacérsela llegar tanto a los responsables regionales de Sanidad como a los representantes de la Junta en la provincia de Cuenca.