Digital Castilla

Digital Castilla

Región CON LA UNIVERSIDAD REGIONAL

También los estudiantes piden a la Junta que cumpla sus compromisos

8 noviembre, 2017 09:22

El Colectivo Estudiantil de Ciudad Real ha instado al Gobierno regional a que cumpla el compromiso que adquirió en 2015 cuando aseguró que "revertiría los severos recortes" a los que sometió a la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) el anterior Gobierno de María Dolores de Cospedal.

El colectivo de estudiantes ha recordado en un comunicado que ya este verano denunciaron la "devastadora" situación financiera que sufría la Universidad regional y que, a pesar del acuerdo del curso pasado con el Gobierno regional, que establecía la subvención de 135 millones de euros, así como una partida destinada a la investigación de manera plurianual, y el pago de los atrasos, "los presupuestos aprobados para el año 2018 son insuficientes para la Universidad".

Ha asegurado que el Consejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, "ha negado" la irregularidad en la financiación "pero, a día de hoy, es el propio Rectorado quien reconoce que con los 140 millones de euros aprobados para 2018 no se podrá hacer frente a los salarios de la totalidad de la plantilla, pues son inferiores en alrededor de 11 millones de euros a los necesarios".

La escasa financiación, así como la ausencia de un plan financiero para la universidad, sumada al atraso en los pagos de años anteriores, "repercuten de forma severa sobre toda la comunidad universitaria de Castilla-La Mancha", ha advertido el colectivo, quien ha subrayado que "de hecho, este verano la UCLM se vio obligada a desviar alrededor de 19,7 millones de euros destinados a la investigación para pagar salarios".

Para los estudiantes es "injustificable" que los niveles de financiación de la educación pública en Castilla-La Mancha se encuentran por debajo de los niveles de 2012, año en el que se aplicaron los mayores recortes presupuestarios.

Finalmente, el colectivo ha dejado claro que su apoyo al rector de la UCLM "no es una carta en blanco", pues "siguen comprometidos con la defensa de los derechos de los estudiantes, así como con los derechos de los docentes, investigadores y resto de trabajadores de la Universidad, cuyos salarios y puestos de trabajo podrían verse en peligro ante dicha situación".