Se dan una vuelta por lugares que sufren con la sequía y ponen tres soluciones sobre la mesa
La organización ecologista Greenpeace ha viajado por ríos, lagunas y humedales de 12 provincias españolas para documentar los impactos en el medio ambiente de la actual sequía que achaca a la falta de precipitaciones pero también a la mala gestión "durante los años de bonanza" y, en este contexto, reclama algunas medidas como el cierre de los pozos ilegales, el fin de las grandes obras hidráulicas y dar un giro para mejorar la gestión de los recursos hídricos.
La ONG ha presentado el informe 'Sequía, algo más que falta de lluvia. Impactos e imágenes' en el que advierte que la mala gestión del agua agrava la situación de sequía y los impactos en el medio ambiente y en la sociedad, ya que en la actualidad, más de 120 municipios se están abasteciendo con camiones y cisternas porque carecen ya de agua para el consumo.
El estudio recuerda que España es el país más árido de Europa y que el 75 por ciento de su territorio puede sufrir desertificación, por lo que insta a las administraciones a acometer una política forestal acorde con la situación así como a cambiar la "pésima política hídrica", a poner fin a los pozos ilegales y las grandes obras hidráulicas, a terminar con el "despilfarro" o a luchar contra la contaminación del agua.
Además, advierte de las pérdidas económicas, el riesgo sanitario por la contaminación, los problemas sociales y los graves impactos medioambientales asociados a la sequía, por lo que insta a tomar medidas urgentes que prevean y mitiguen los efectos de la sequía.
Ante esta situación, Greenpeace pide cambiar la política hidráulica tradicional centrada en grandes obras hidráulicas; luchar contra el grave estado de contaminación en las aguas continentales; implantar regímenes de caudales ecológicos científicamente establecidos; frenar la edificación y la construcción de instalaciones muy demandantes de agua como campos de golf o parques temáticos, especialmente los cercanos a espacios protegidos o a las costas.
Entre sus demandas, también pide cerrar el millón de pozos ilegales en toda España; adaptar las políticas forestales y establecer una hoja de ruta para aumentar la superficie de agricultura ecológica, así como prohibir nuevos proyectos de ganadería industrial y apoyar la ganadería extensiva, local y de calidad y establecer una hoja de ruta para lograr la transformación completa del sistema energético actual en 100 por 100 renovable.
Durante la presentación del informe, el responsable de la campaña de Aguas de Greenpeace, Julio Barea, ha manifestado que a la actual falta de precipitaciones se suma a la "pésima" gestión del agua durante "los años de bonanza hídrica".
A este respecto, denuncia la "total falta de previsión" para afrontar periodos secos como el actual, que se dan cíclicamente en España. "Parece que el que sea algo habitual tampoco sirve para prevenir. Seguimos viviendo como si la península ibérica fuera rica en agua. Una muestra: hace escasamente una semana se anunciaba la construcción de la mayor playa artificial de Europa en Guadalajara", ha apostillado.
Barea ha añadido que el informe analiza periodos de sequía anteriores y analiza también otros problemas asociados a la sequía como el aumento de la vulnerabilidad ante los incendios forestales o la generación de energía eléctrica.
En este contexto, lamenta que se desconocen los impactos reales de la sequía, al menos sobre el medio ambiente y que, por tanto, es "muy difícil que desde el Estado y las comunidades autónomas se realice una gestión real y eficaz del problema".
Junto con el informe, la ONG ha publicado un álbum fotográfico de las principales hidrográficas realizado por el fotógrafo Pedro Armestre, que ha viajado por 30 ríos, lagunas, embalses y humedales de 12 provincias, con "la desolación" provocada por la sequía. Entre los lugares fotografiados figuran los Parques Nacionales de Doñana o las Tablas de Daimiel, el nacimiento del río Tajo o los espacios protegidos de la Laguna de Gallocanta, Ruidera o Villafáfila.
"Los periodos de sequía tienen importantes consecuencias en el medio ambiente, la agricultura y la sociedad en general. Aunque se habla mucho de suministro a la población de agua y escasez, poco se sabe de los impactos en el medio ambiente y éstos son muy importantes", ha concluido.