Las Cortes de Castilla-La Mancha rechazan el triple trasvase Tajo-Segura con el voto en contra del PP

Las Cortes de Castilla-La Mancha han mostrado hoy su rechazo al triple trasvase del Tajo al Segura, para los meses de abril, mayo y junio, y han apoyado al Gobierno regional en su propuesta para que las desaladoras del Levante estén en uso al 100 por ciento para hacer "innecesario" dicho trasvase.

Esta propuesta de resolución, que ha contado con el apoyo de PSOE y Podemos, ha recibido el voto en contra del PP, quien por su parte, ha instado al Gobierno central y regional a que continúen trabajando por lograr un pacto nacional del agua, si bien la propuesta 'popular' no ha salido adelante al haber sido votada en contra por socialistas y Podemos.

La iniciativa del PSOE muestra su apoyo al Gobierno regional en su propuesta de impulsar una reforma legal que establezca la obligación de utilizar el agua de las desaladoras "a plena capacidad" e insta al Gobierno de España a promover y consensuar un pacto nacional del agua que establezca que cada cuenca utilice sus recursos.

La propuesta del PP, que ha sido rechazada, también insta a los gobiernos central y regional a continuar trabajando por un pacto nacional en materia de agua, basado en la prioridad de la cuenca cedente y en la solidaridad interterritorial y que tenga como objetivo "garantizar el derecho de todos los españoles a acceder y disponer de los recursos hídricos".

Bonificaciones el uso de agua desalada

En el debate general que ha concluido con la votación de estas dos resoluciones, la consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Agustina García Élez, ha mostrado su apoyo a que el Ejecutivo central apruebe bonificaciones para los regantes de la zona del Levante por el uso de agua desalada, con el objetivo de que "todos", tanto Murcia y la Comunidad Valenciana como Castilla-La Mancha, puedan tener futuro.

García Élez ha pedido, asimismo, que las desaladoras del Levante, que han costado 1.289 millones de euros de fondos públicos, funcionen al 100 por ciento de su capacidad, pues ha apuntado que en los meses que no se han aprobado trasvases debido a la situación de los embalses de cabecera, Entrepeñas y Buendía, los cultivos del Levante se han regado con este agua, y aún así no han estado en funcionamiento en su totalidad.

Por su parte, la presidenta del Grupo Popular, Ana Guarinos, ha asegurado que hasta que no gobernó el PP en la región no ha comenzado a defenderse el Tajo en Castilla-La Mancha y ha destacado que este partido consiguió "un hito histórico" al lograr una reserva de 400 hectómetros cúbicos en los embalses de cabecera.

Sin embargo, ha criticado que el PSOE "jamás" haya garantizado "una gota de agua" para la región y ha denunciado que anteriores gobiernos socialistas trasvasaran incluso por debajo de los 240 hectómetros cúbicos.

Asimismo, ha indicado que el único logro del PSOE fue la derogación del trasvase del Ebro en el año 2005 y ha tachado de "hipocresía" el ofrecimiento de la consejera de Fomento para llegar a "una posición única", argumentando que en tres años de gobierno "ni una sola vez se han dirigido al PP para llegar a un acuerdo en materia de agua".

El agua como arma arrojadiza

También ha acusado a los socialistas de utilizar este recurso como arma arrojadiza y les ha pedido "que se pongan a trabajar en beneficio de esta región abandonando el oportunismo y la demagogia".

Por contra, la diputada socialista Carmen Torralba ha afirmado que las políticas trasvasistas se han agravado en época de sequía y que el Gobierno de España "se ha limitado a poner parches, pero sin una verdadera planificación integral y de futuro".

Respecto a la gestión del Tajo, ha señalado que el Ejecutivo central incumple la Directiva Marco del Agua que dice que este recurso es "un patrimonio que hay que proteger", por lo que ha destacado la necesidad de "cambiar la normativa existente".

Ha resaltado que la reducción de precipitaciones obliga a planificar a largo plazo y ha abogado por poner a funcionar las desaladoras "al cien por cien".

Torralba ha hecho hincapié en que el problema de la utilización del agua desalada "únicamente es el precio", de modo que ha instado al Gobierno de España a aplicar alternativas para abaratarla.

El Tajo, un río "secuestrado"

"El Tajo es un río agónico y secuestrado y la explotación del trasvase resulta intolerable desde el punto de vista ambiental y social", ha apuntado Llorente, para quien "la falta de un caudal suficiente agrava aún más su contaminación".

Por ello, ha defendido "un cambio en la política hidráulica" que, en su opinión, "debe pasar por la derogación de las actuales normas de explotación", entre ellas el Memorándum, y por que se garantice las necesidades de la cuenca cedente.