Page intensifica su guerra contra el trasvase Tajo-Segura y manda un recado a los cobardes
El Gobierno de Castilla-La Mancha va a recurrir el triple trasvase de 60 hectómetros cúbicos de la cabecera del Tajo al Segura aprobado por el Gobierno, así como las nuevas tarifas para usar el agua del trasvase Tajo-Segura porque entiende que se ha vulnerado el procedimiento para fijarlas.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado hoy la presentación de ambos recursos y ha comentado que está convencido de que el Gobierno de España, "al contrario de lo que ha estado diciendo, está preparando doblar el trasvase que nos ha colocado por triple recado hace escasas semanas".
García-Page ha considerado que el trasvase aprobado es "absolutamente injusto" y ha afirmado que "es llamativo ver cómo la mitad de España está desbordada, que hay pantanos en las cuencas del Levante que tienen en porcentaje mucho más que la cuenta del Tajo, sobre todo del Tajo alto, y sin embargo se sigue con mucha ansiedad pidiendo un agua tirada de precio".
Y se está pidiendo "teniendo como se tienen desaladoras paradas o con muy bajo rendimiento como las de Torrevieja o Carboneras", ha lamentado García-Page.
Asimismo, ha avanzado que se van a recurrir las nuevas tarifas que se han fijado para usar el agua del trasvase, porque se ha vulnerado el procedimiento establecido legalmente
En este sentido, García-Page ha asegurado que no le interesa discutir por el precio, "incluso si el agua del trasvase es regalada para los murcianos", con tal de que "todo el mundo sepa que somos los españoles los que estamos pagando ese metro cúbico".
"Vamos a recurrir la nueva aplicación de las tarifas del trasvase, que es tanto como decir que los españoles regalamos el agua del Tajo pero se la prohibimos a los ciudadanos que viven en el entorno del Tajo", ha aseverado el presidente castellanomanchego.
Por la igualdad de precio respecto a las desaladoras
García-Page ha añadido: "Ojalá que el Gobierno tenga coraje, y lo mismo que hace con el metro cúbico del Tajo lo haga con el metro cúbico de las desaladoras, seguramente todo el mundo en el Levante se apuntaría con claridad al agua desalada".
"Por mí, que el agua del trasvase se equipare a las de las desaladoras, que nadie ponga el pretexto del precio del metro cúbico, si entendemos que el país tiene que subvencionar en el precio del agua a toda una región puede ser un coste que asumamos entre todos los españoles".
Ha reiterado que "no es un problema del precio, ni de las compensaciones", sino que le gustaría que hubiera "un compromiso cerrado" de fecha de puesta en servicio las desaladoras que todavía están paradas o están funcionando a bajo rendimiento "con eso nos conformamos", ha apuntado.
No obstante, ha advertido "no vamos a ceder un milímetro en la fuerza y en la tenacidad en la defensa de un río que soporta una hipoteca nacional realmente de vergüenza".
Mensaje a los cobardes
Según García-Page "hay mucha gente que se pone valiente y saca coraje en un trasvase hecho en la época de Franco, pero le falta valentía y coraje para decir que si hay que hablar de trasvases se hagan en todos los ríos".
"No hubo coraje para poner en marcha el trasvase del Ebro y sin embargo si lo hay con un trasvase que con mirar para otro lado uno salva la conciencia", ha lamentado García-Page, que ha agregado: "Aquí, los que vivimos al amparo del Tajo, sabemos que no podemos mirar para otro lado, ni queremos".
García-Page ha relatado que probablemente hace 20 años los españoles se preguntaban qué pasaba si se suprimía un trasvase como el del Tajo, dónde iba a parar el futuro y el presente del Levante español, pero hoy esa pregunta tiene una respuesta evidente, que son las desaladoras.
Esta solución es posible sobre todo gracias al esfuerzo de gobiernos del PSOE "que en épocas muy atrevidas extendieron una inmensa red de desaladoras que es la que ha hecho que sobreviva el Levante en estos meses sin trasvase".
"Si ha sido posible durante un año, es más que posible que esa sea la solución definitiva", ha opinado García-Page, que ha añadido que "esto lo digo desde una llamada al consenso".
En este contexto, ha asegurado "nosotros no nos queremos poner en posiciones absolutamente fanáticas ni frentistas, somos conscientes de que todo lleva su tiempo, pero hay que invertir los términos, dónde antes el trasvase era lo normal, incluso tirando por el suelo los precios del agua".