Castilla-La Mancha, pionera en una contundente medida para paliar el problema de las macrogranjas
Castilla-La Mancha duplicará la distancia a la que tienen que situarse las granjas ganaderas de núcleos urbanos habitados, que pasará del kilómetro que está establecido en la normativa actual a dos kilómetros, por medio de un decreto que se publicará el próximo mes de septiembre.
Será la primera comunidad en ampliar hasta los dos kilómetros la distancia para la instalación de las granjas de producción de los núcleos urbanos, que hasta ahora regula el Real Decreto 324/2000 de 3 de marzo, que marca en un kilómetro la separación de estas explotaciones respecto a la población, según ha informado hoy en una nota de prensa la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural.
Asimismo, ha avanzado que en el decreto que se publicará en septiembre se establecerán las normas para la ordenación y registro de explotaciones ganaderas y núcleos zoológicos en Castilla-La Mancha. Entre sus novedades, se encuentra que las explotaciones de porcino de más de 33 unidades de ganado mayor (UGM) de nueva instalación o ampliaciones de las ya existentes, además de lo requerido en la normativa básica estatal, no podrán situarse a una distancia inferior a 2.000 metros de suelo urbano residencial, ha añadido.
El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha destacado que es un decreto importante "porque es el único elaborado en España sobre la materia", ya que en el resto de las comunidades autónomas está en vigor el Real Decreto que establece que la distancia mínima es un kilómetro, por lo que solo en Castilla-La Mancha la distancia mínima va a ser el doble.
En este sentido, ha afirmado que nueva normativa autonómica "es una declaración de intenciones, un compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha con los intereses que manifiestan los ciudadanos y con el medio ambiente, porque aquí también hablamos de medio ambiente".
Apuesta por la ganadería extensiva
Al respecto, ha recalcado que en la región se apuesta por un modelo de ganadería extensiva, como pone de manifiesto que en Castilla-La Mancha se ha puesto en marcha un plan estratégico de ganadería extensiva, a través del cual las ayudas públicas van destinadas al modelo extensivo de producción ganadera.
"No quiero que parezca que nos oponemos a la ganadería intensiva, que también es necesaria" ha aclarado Martínez Arroyo, que ha señalado que "en la región somos conscientes de que hay una parte de la ganadería que es intensiva", aunque ha remarcado que "Castilla-La Mancha es probablemente la comunidad española donde menos ganadería de intensivo de porcino hay".
Martínez Arroyo ha apuntado que el compromiso es anteponer la ganadería extensiva y ha explicado que frente a otras comunidades en las que el número de solicitantes de granjas porcinas supera los 400, en Castilla-La Mancha apenas existen 50 solicitudes.
También, ha comparado el número inferior de explotaciones de porcino existentes en la provincia de Cuenca, en la que hay 140 (la mayoría de ellas familiares) ante las más de 1.500 en la Región de Murcia, a pesar de que ambos territorios tienen una extensión similar. Y ha reiterado que en Castilla-La Mancha es donde hay menos granjas hay y ha asegurado que "donde menos nuevas granjas va a haber, también".