Afean a la directora del Instituto de la Mujer "que se llame feminista", a ella precisamente
La portavoz de Ciudadanos en Castilla-La Mancha, Orlena de Miguel, se ha mostrado sorprendida de que la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Araceli Martínez, "que se llama a si misma feminista", haya criticado la gestación subrogada y vea en ella "mercantilización". "Me sorprende que haga este tipo de aseveraciones sobre lo que hacen otras mujeres libremente con su cuerpo".
De este modo ha reaccionado después de que la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Araceli Martínez, en declaraciones a Europa Press, considerase que la práctica de alquilar vientres de mujeres en favor de terceros es una "mercantilización" del cuerpo de las mujeres y afirmara que quienes participan de la misma también están siendo "cómplices" de "la compraventa de niños y de niñas".
"Martínez opina que las mujeres somos libres para decidir si queremos o no ser madres, pero, por alguna razón, no se lo parecemos para hacer un acto de generosidad tan grande como es gestar el hijo de otro", ha afirmado la portavoz de la formación naranja.
El mayor de los sueños
Tras defender que "para muchas personas formar una familia es el mayor de sus sueños y que no todas pueden conseguirlo sin ayuda", De Miguel ha afirmado que algunas de esas personas, después de agotar todas las vías, tratamientos de fertilidad, adopción -"opción que, por cierto, lleva ya años prácticamente bloqueada en nuestro país tanto por los gobiernos del Partido Popular como por el actual gobierno socialista-, ven en la gestación subrogada el único camino para conseguirlo".
"Me gustaría explicarle a nuestra estimada directora del Instituto castellano-manchego de la Mujer que hay personas que, después de intentarlo todo, ven que la gestación subrogada es la única vía para cumplir su sueño de ser padres y hace que muchos, al cerrársele esa puerta en España, busquen fuera esta posibilidad".
"Si no se regula, si no hay garantías, es evidente que habrá quienes, ante esta demanda, ofrezcan la gestación subrogada como un servicio a cambio de dinero, convirtiendo lo que debería ser un enorme acto de generosidad en algo más cercano al tráfico de personas", ha advertido De Miguel, que ha recordado la propuesta de su formación para regular esta práctica, tomando como ejemplo el "muy garantista" modelo canadiense, para que "sólo pueda darse de forma altruista, protegiendo los derechos de la madre gestante, los padres y, sobre todo, del niño nacido por gestación subrogada".