Page no se corta con su pronóstico electoral para Castilla-La Mancha
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado que el pronóstico realizado la pasada semana por el presidente de las Cortes regionales, Jesús Fernández Vaquero, que colocaba al PSOE al borde de la mayoría absoluta con 16 diputados, con el PP cosechando 11 --con permiso de Vox, que podría robarle uno--, más 4 de Cs y uno más de Podemos, fue "muy tímido".
En una entrevista con Europa Press, ha dejado entrever que su apuesta pasa por que el PSOE está en disposición de conseguir ganar en Castilla-La Mancha con mayoría absoluta. "Creo que se reservó algo más para poder celebrar después. Ha sido tímido adrede", ha considerado García-Page a cinco meses de la cita con las urnas.
También se ha referido a la intención de Fernández Vaquero de dejar la primera línea política, aunque supeditó esa decisión a una charla con el propio García-Page. "Él siempre será en política lo que quiera. Siempre ha sido lo que ha querido", ha dicho al respecto.
No sólo Fernández Vaquero tendrá que tener esa conversación con el líder socialista, sino también "todo el partido". En este sentido, ha dicho que cuando arranque de nuevo el curso tras el parón navideño, la formación que dirige "tiene que acelerar la decisión de sus candidaturas" y poner en marcha "toda la maquinaria": "Ya estamos en capilla".
En cuanto a esos procesos, sí ha avanzado "una dosis alta de renovación de candidaturas", aunque ha asegurado que los socialistas que ya ostentan alcaldías, "en general, están en las mejores condiciones para repetir, respetando siempre lo que diga cada agrupación".
La renovación en Andalucía
Por otra parte, García-Page ha mostrado su preferencia por que sea la militancia del PSOE de Andalucía quien decida el futuro de la federación, mostrándose confiado en que esto se produzca sin interferencia ni del "aparato, ni de barones, ni de duques".
En una entrevista a Europa Press, ha destacado que el PSOE en Andalucía "es un valor a cuidar en todo el conjunto del partido por número, envergadura, por trayectoria y por representatividad", por lo que "su ruptura comportaría un ciclón en el conjunto de la organización".
"Abogo por que se cumplan las normas del partidos y que los militantes decidan el destino de su comunidad autónoma, sólo faltaría que lo decida el PSC", ha aseverado el líder castellano-manchego. "Si al PSOE andaluz le corresponde como castigo la ruptura o desintegración por ser el más votado, ¿qué castigo le corresponde a los terceros o a los que no han ganado nunca", ha ironizado.
Por ello, a juicio de García-Page, la decisión sobre una hipotética sucesión de Susana Díaz no depende ni de Pedro Sánchez ni de la propia Díaz, porque el PSOE en esta Comunidad Autónoma "es demasiado importante para jugar con él". "La fraternidad que queremos para España no podemos negarla dentro del partido, es una contradicción supina".
Así, ha puesto como ejemplo que sí en Castilla-La Mancha no hubiera sido el PSOE regional quien comandara la transición cuando María Dolores de Cospedal desbancó a José María Barreda en 2011, los socialistas castellano-manchegos habrían estado "chupando rueda en la oposición treinta años".