El Sescam descarta un plan de choque por las listas de espera y apuesta por una reducción paulatina con recursos propios
El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) no es partidario de llevar acabo un plan de choque para las listas de espera sanitarias y apuesta por una reducción paulatina de las mismas con recursos propios, al tiempo que defiende que llevan 28 meses por debajo de los 100.000 pacientes, lo que supone una disminución desde 2015 de 40.000 pacientes.
Así lo ha indicado en su turno de palabra en la Comisión de Presupuestos de las Cortes la gerente del Sescam, Regina Leal, tras ser preguntada por los grupos parlamentarios del PP y de Ciudadanos por el hecho de que no se aplicara un plan de choque para las listas de espera, palabras que ha calificado de "opiniones y exageraciones".
Leal ha explicado que el Sescam no es partidario de un plan de choque para las listas de espera --un balance entre las entradas de pacientes y la capacidad del sistema para generar salidas-- porque cuando el número de entradas es igual al de salidas la lista está equilibrada y para eso el sistema tiene que dotarse de unos recursos humanos suficientes para poder dar respuesta.
"Si en un momento puntual, al tener un mucho mayor número de entradas que de salidas y un mal número de listas de espera, y se aplica un plan de choque con derivaciones a recursos privados, lo único que se hace es solucionar un problema puntual que para la gestión de la lista no nos sirve para nada", ha argumentado.
Es por ello por lo que ha apuntado que el plan del Sescam pasa por seguir manteniendo la actividad, lo que se refleja en el aumento del Capítulo 1 de personal en más de un nueve por ciento y que también incluye el incremento en formación para dotar al sistema de más especialistas, a lo que ha añadido el Capítulo 6 de inversiones.
"Mientras tanto, tenemos un Capítulo 25 de derivaciones que mantenemos y asciende a 119 millones de euros", ha dicho la gerente del Sescam, para reafirmar que este es el plan sostenido para la disminución de listas de espera, con el fin de dar una respuesta "sostenida y sostenible" en el tiempo y que permita con recursos propios dar respuesta a las necesidades que se producen.