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Región Y SON GRAVES PARA UNO DE CADA DIEZ

Más de la mitad de los hogares de Castilla-La Mancha tienen dificultades para llegar a fin de mes

6 febrero, 2020 00:00

El próximo 20 de febrero se celebra el Día Internacional de la Justicia Social. En este contexto, por cuarto año consecutivo, la Fundación Adecco ha presentado el informe “Un empleo contra la exclusión”, con el objetivo de subrayar la importancia del empleo como elemento primordial para reducir la pobreza y la exclusión social, así como dignificar la vida de las personas.

Según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, un 51 % de los hogares castellano-manchegos manifiesta algún grado de dificultad para llegar a fin de mes. Este porcentaje, aplicado al número total de hogares en Castilla-La Mancha aportado por la Encuesta Continua de Hogares (ECH), da como resultado que 398.259 familias en la región atraviesan dificultades económicas en su día a día. Concretamente, un 9,2 % termina el mes “con mucha dificultad”, un 13,5 % “con dificultad” y un 28,3 % “con cierta dificultad”.

Por su parte, Save the Children ha identificado los tres tipos de hogares con más riesgo de pobreza en España: las familias con abuelos (688.058), los hogares con adultos de origen migrante (85.276) y las madres solas en situación de pobreza (56.019). En su informe 'Familias en riesgo', la ONG trata de hacer una radiografía y diagnostica de las familias con hijos a cargo que hay en España. Aparte de las tres anteriores, Save The Children también sitúa en situación de vulnerabilidad a 21.578 hogares de familias precarias que viven en grandes ciudades.

"España está a la cola en la reducción de las desigualdades y no podemos permitir que la pobreza pase de generación en generación", ha dicho la directora de políticas de Sensibilización y Políticas de Infancia, Catalina Perazzo, en rueda de prensa.

“En un contexto con más de la mitad de los hogares con dificultades económicas, el empleo se convierte no solo en la principal herramienta para sortearlas sino también en el recurso para combatir la desigualdad social, que afecta especialmente a segmentos de la población como mayores de 55 años parados de larga duración, personas con discapacidad, mujeres al frente de una familia monoparental, etc. El reto no es solo que accedan al mercado laboral sino que tengan garantías de consolidarse en el mismo y tener una vida digna”, ha declarado Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco.

Si existe un actor que cobra protagonismo en la generación de empleo sostenible para todos es el tejido empresarial. Las empresas, como agentes sociales que crean empleo y riqueza en nuestro país, tienen ante sí la gran responsabilidad de implicarse en este reto de primera magnitud que, como indica Francisco Mesonero, “ha de estar en la agenda de todas las compañías que, alineándose con la erradicación de la pobreza marcada por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), apuesten por políticas de Diversidad & Inclusión que eliminen la discriminación en los procesos de selección y valoren la diferencia como elemento enriquecedor y de competitividad”.

Además, el directivo añade que “las empresas tienen ante sí el reto de diseñar estas estrategias en un momento de gran incertidumbre y polarización social, que les obliga a avanzar lentamente, dando pasos a medida que van encontrando el consenso social. Sin embargo, hay que actuar con convicción, con la motivación de que es positivo no solo para aumentar la competitividad de la empresa sino también para reducir la brecha social”.

Abatir la desigualdad y la exclusión, prioridad

La exclusión social y la desigualdad son los grandes enemigos de España y, por tanto, adquieren un papel determinante en las estrategias de Diversidad & Inclusión de las empresas, que habrán de desarrollar acciones de inclusión sociolaboral que empoderen a los más vulnerables, así como otras iniciativas dirigidas a reducir las situaciones de desigualdad (por ejemplo, brecha salarial, empleo de las personas con discapacidad, accesibilidad, acoso y discriminación…), señalan desde Adecco.

En este sentido, “el tejido empresarial tiene mucho que decir en el marco de la Agenda 2030 y en los años venideros habrá de seguir avanzando para conocer mejor la realidad social, identificando proyectos y acciones a los que contribuir para reducir la exclusión y abordando de manera operativa situaciones de desigualdad en el contexto empresarial", ha recalcado Mesonero.

Sin embargo, “no se trata únicamente de paliar desigualdades sino de aprovechar la diversidad como factor que mejora la competitividad, al optimizar la relación con los principales grupos de interés (clientes, empleados y otros colaboradores)”.