Castilla-La Mancha reparte desde hoy 4.000 tablets con Internet para que los alumnos sigan aprendiendo
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha comenzado este martes a distribuir el material rescatado de los centros educativos y las más de 4.000 tabletas que ha adquirido para atajar la brecha digital que sufre el 2,5 por ciento de la población educativa de la región, para que pueda continuar su proceso de aprendizaje en casa.
La consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, ha señalado en rueda de prensa que la brecha digital es una de los "grandes retos" a los que se ha enfrentado el Ejecutivo regional en la situación derivada de la crisis del coronavirus que impide la actividad educativa presencial en las aulas.
En este sentido, ha indicado que la Administración ha hecho una labor de investigación para detectar las deficiencias y “poner nombre y apellidos” a los alumnos que no tienen dispositivos móviles o que tienen problemas de conexión.
A partir de estos datos, ha explicado, la Consejería de Educación ha establecido un plan para suplir y solucionar estos ajustes con el reparto de tabletas que estaban en los centros educativos y otras nuevas similares a las del programa 'Carmenta', así como ha llegado a acuerdos con las operadoras locales para que lleven conectividad a los hogares que carecen de ella.
En este punto, Rodríguez ha agradecido la labor de las consejerías de Hacienda y Administraciones Públicas y de Desarrollo Sostenible, ya que en el reparto de este material participan desde este martes efectivos de la empresa de Gestión Ambiental de Castilla-La Mancha (Geacam), agentes medioambientales, ayuntamientos, directores de centros educativos, personal del parque móvil de la Junta y voluntarios.
Las tabletas repartidas se completarán con 1.145 tarjetas de conexión 4G que el Ministerio de Educación y Formación Profesional ha proporcionado a la comunidad autónoma y 400 tarjetas SIM con router incluido que también han sido habilitadas.
El reparto, ha precisado la titular regional de Educación, comenzará entre los alumnos de cursos superiores y posteriormente llegará a los de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y, en último lugar, a los de Educación Primaria.
Con todo, Rodríguez ha puesto el acento en que la brecha digital afecta a un 2,5 por ciento de la población escolar de Castilla-La Mancha pero que es una cifra muy por debajo de la media nacional que se sitúa en el 14 %.
Por otro lado, se ha referido a la importancia del acompañamiento emocional para el alumnado y sus familias que debe estar presente en estas circunstancias extraordinarias en el ámbito educativo por el efecto del COVID-19.
A este respecto, ha indicado que esta labor la llevarán a cabo los orientadores del sistema educativo regional que personalizarán cada caso para conocer la realidad particular de cada alumno.
Por el momento, ha dicho Rodríguez, el Ejecutivo regional no se plantea contratar a más orientadores porque, a diferencia de otras comunidades autónomas que tienen uno por zona, Castilla-La Mancha cuenta con un orientador en cada centro que conocen la realidad exacta de cada uno de ellos.