Optimismo con la situación de Cuenca y Guadalajara: "Es posible que en breve se solicite el cambio de fase"
El director general de Salud Pública de Castilla-La Mancha, Juan Camacho, ha afirmado este lunes que los datos de las provincias de Cuenca y Guadalajara, que están desde hace una semana en la fase 1 de la desescalada del estado de alerta por el coronovirus, son "lo suficientemente alentadores" para pedir en breve el pase a otra fase.
En una rueda de prensa telemática, Camacho ha indicado que después de una semana de permanencia en la fase 1 de estas dos provincias, y aunque aún es pronto para sacar conclusiones definitivas, los datos que se tienen de la pandemia "son lo suficientemente alentadores para, sin pensar en que está todo hecho, si se pueda prensar que la situación está lo suficientemente controlada para que puedan establecer otras medidas, en su caso".
Camacho ha indicado que desde que entraron en la fase 1, ha habido 36 casos de contagios de COVID-19 confirmados por PCR en Cuenca y 27 casos detectados por este método en Guadalajara.
En este sentido, ha comentado que los datos que se tienen hasta el momento en cuanto el número de casos "nos permiten ser razonablemente optimistas", de forma que "es posible que en breve se solicite el cambio de fase, si sigue la tendencia", ha avanzado.
Asimismo, Camacho ha recordado que este lunes pasan a esta misma fase de desescalada las tres provincias restantes de Castilla-La Mancha y, al respecto, ha advertido que "lo cual no quiere decir que tengamos nada hecho, aún tenemos todo por hacer".
En este contexto, ha considerado que si siempre ha sido importante la prudencia desde que se declaró el estado de alarma para evitar la expansión de la COVID-19, es preciso mantener las normas de higiene y de distanciamiento social, buscando un equilibrio con la recuperación de la actividad económica que es tan importante para la comunidad autónoma.
El director general de Salud Pública de la Junta de Comunidades ha sentenciado: "Ahora, cuando las restricciones a la movilidad y a las concentraciones son menores, tiene que ser aún mayor la responsabilidad".
Sobre el proceso de desescalada Camacho ha explicado que el pasado viernes Castilla-La Mancha trasladó al Ministerio de Sanidad la necesidad, basada en criterios técnicos, de que se ponga al nivel más alto posible la recomendación del uso de mascarillas en cualquier establecimiento cerrado.
Al respecto ha dicho que el Servicio de Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública de la Junta de Comunidades está elaborando el informe definitivo sobre este planteamiento, para enviarlo al Ministerio.
Y a preguntas de los periodistas, Camacho a explicado también que en los 15 días que han transcurrido desde que se permitieron la salida de niños y mayores a la calle y realizar ejercicio físico al aire libre los datos no indican que haya habido un incremento mantenido del número de contagios "sino más bien de todo lo contrario, de que hay un mantenimiento y una ligera disminución con algún pico".
Camacho ha señalado que estos "picos" son lógicos, porque en la última semana se ha modificado el sistema y el criterio de pruebas diagnósticas, de forma que se han realizado más, a pesar de lo cual este domingo hubo 30 casos de COVID-19 confirmados por PCR en Castilla-La Mancha, que es un número menor al que había hace una semana.
Por otra parte, y también preguntas de los medios, ha informado que 3.200 sanitarios han tenido contagio de la COVID-19 en Castilla-La Mancha, de los cuales 1.092, de todas las categorías y de todas las gerencias, están de baja en este momento, lo que supone en torno a un 3 por ciento de todo el personal que trabaja en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).