Otro testimonio del caso Kitchen señala al jefe de seguridad de Cospedal en Castilla-La Mancha
El juez Manuel García Castellón que investiga la operación 'Kitchen' abroncó al ex director ddjunto Operativo (DAO) de la Policía Nacional Eugenio Pino cuando este calificó de "retales del caso Bárcenas" la operación policial, que se investiga como presuntamente delictiva, y que supuso captar a Sergio Ríos, chófer del extesorero del PP como confidente.
"De retales nada", afirmó rotundamente el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 durante el segundo interrogatorio al exmando policial.
La intervención de García Castellón se produjo cuando Pino llevaba una media hora declarando ante las respuestas vagas que estaba ofreciendo al fiscal Anticorrupción, que le inquiría sobre si esta investigación al extesorero había partido del jefe del equipo de la UDEF (unidad de delitos económicos de la Policía) que investigaba los denominados "papeles de Bárcenas" relacionados con una presunta trama de corrupción en el partido.
Según Pino, la UDEF investigaba una serie de pagos y unas cuentas en el extranjero, y no recordaba si los responsables de esta investigación pidieron un apoyo que se tradujera en la captación de chófer.
"La iniciativa de seguir al entorno de Bárcenas no era iniciativa de la UDEF, la iniciativa fue del señor Gómez Gordo" (inspector en excedencia y jefe de seguridad de Castilla-La Mancha en época de MaríaDolores de Cospedal) que les contó que en Baqueira Beret, donde Bárcenas tenía residencia y amigos, "había ente que podía llevarse el dinero a Suiza", según se puede escuchar en los audios de su declaración, a la que ha tenido acceso Europa Press. Gómez Gordo ya ha aparecido en varias ocasiones presuntamente implicado en el marco de la operación Kitchen.
El fiscal le preguntó este punto a Pino si Gómez Gordo le había hablado de papeles comprometedores para el PP o si le había comentado si el secretario de Estado, Francisco Martínez, le había encargado hacerse con discos duros del extesorero destruidos en la sede del PP. "Rotundamente no, nunca he tenido esa conversación con Gómez Gordo", manifestó Pino, para tildar seguidamente este asunto de "retales de Bárcenas".
En este punto, el juez le ha recordado que Bárcenas era de extrema importancia para el Partido Popular "por alguna sentencia que salió luego por ahí" en alusión a la condena del partido en 'Gürtel", por lo que ponía en duda que Pino hablara de este asunto como un operación más. "De retales, nada", afirmó en este punto.
"El chófer fue a la sede del PP digo bien, por orden de su jefe y recogió una serie de dispositivos, no es ningún secreto -añadió García Castellón-. Eso es así y ustedes le tenían como confidente, quiero decir la Policía, por lo tanto sus respuestas al señor fiscal me parecen bien, pero permítame que tenga mis dudas".
Declara Gómez Gordo
Por su parte, el excomisario Andrés Manuel Gómez Gordo, investigado en la 'Operación Kitchen', donde se indaga el supuesto espionaje parapolicial a Luis Bárcenas, aseguró ante el juez instructor del caso, Manuel García Castellón, que actuó "de buena fe e ilusionado" porque en esos días el extesorero del PP "era el delincuente número uno".
"De todo lo que he hecho yo al principio he actuado de buena fe e ilusionado porque era el delincuente número uno", dijo Gómez Gordo en su declaración judicial del 16 de mayo de 2019, a la que ha tenido acceso Europa Press como parte del sumario de esta pieza separada del caso 'Tándem'.
Gómez Gordo, al que el también excomisario José Manuel Villarejo apodó 'Cospedín' por haber sido el jefe de seguridad de la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal, fue citado nuevamente a declarar en esa fecha para ahondar en su relación con Sergio Ríos, el conductor de los Bárcenas al que la 'Kitchen' habría captado como espía.
Según su versión, se veía con Ríos "de vez en cuando". "Quedábamos y comentábamos la actualidad", indicó, explicando que igual que los policías que trabajan en Estupefacientes "hablan de droga" ellos hablaban del tema que tenían "entre manos".
En su declaración anterior, del 14 de marzo de 2019, Gómez Gordo contó que durante un tiempo fue el encargado de pagar a Ríos la cantidad mensual de 2.000 euros que recibía de los fondos reservados por su seguimiento a los Bárcenas.
De acuerdo con el excomisario, la tarea recayó en él en dos ocasiones porque Villarejo, quien fue quien reclutó a Ríos, se había "cabreado con el mundo mundial" por "toda la lucha que tenía en esa época con la DAO (Dirección Adjunta Operativa), con todos", y dejó de hacerlo.
En su segunda comparecencia ante el juez de la Audiencia Nacional, sostuvo que el conductor "nunca" le entregó "absolutamente nada", tras ser interrogado por la Fiscalía sobre si le había dado algún material procedente de un soporte informático perteneciente a Bárcenas o su mujer, Rosalía Iglesias.
"Cuando estuve cumplí las órdenes que me dieron, pero no vi nada fuera de lo normal", aseguró Gómez Gordo, declarándose "alucinado" con el presunto espionaje parapolicial a Bárcenas. "Yo he actuado con toda sinceridad, con toda humildad y, además, ilusionado", remachó.