Reclaman mascarillas con más protección para todos los sanitarios de Castilla-La Mancha
El Sindicato de Enfermería (Satse) en Castilla-La Mancha ha reclamado este lunes al Servicio de Salud regional (Sescam) que haga todas las gestiones oportunas para que las enfermeras, fisioterapeutas y el conjunto del personal sanitario puedan utilizar siempre mascarillas de una mayor protección, como son las FFP2.
En un comunicado, el sindicato ha denunciado que, pese a existir ya una clara evidencia científica que permite afirmar que la covid-19 se transmite también por aerosoles, muchos profesionales sanitarios no cuentan en su desempeño habitual con la máxima protección al no disponer de mascarilla autofiltrante tipo FFP2 o media máscara provista con filtro contra partículas P2.
Una situación que, según Satse, "debe cambiar", por lo que también se ha dirigido por carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, para pedirle una actualización urgente del documento 'Procedimiento de actuación para los servicios de prevención de riesgos laborales frente a la exposición al SARS-COV-2', ya que, a juicio del sindicato, ha quedado "obsoleto" a raíz de la nueva evidencia científica.
Asimismo, Satse ha demandado que se aumente la protección y se facilite el uso de mascarillas autofiltrantes contra partículas FFP3 o media máscara provista con filtro contra partículas P3 cuando de la evaluación de riesgos se derive que se realizan procedimientos asistenciales en los que se puedan generar bioaerosoles en concentraciones elevadas.
Para argumentar sus demandas, el sindicato se ha apoyado en el 'Informe científico sobre vías de transmisión SARS-CoV-2', elaborado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y en el nuevo documento del Ministerio de Sanidad sobre medidas de prevención ante la transmisión del virus por aerosoles.
En concreto, en relación a Castilla-La Mancha, Satse ha advertido al Sescam de que el personal sanitario está expuesto a ambientes contaminados o con alto riesgo de contaminación por aerosoles, ya que se acumulan en los ambientes cerrados procedentes de los pacientes y familiares y quizá, en algún caso, de compañeros de trabajo que aún no tienen síntomas o están en una fase inicial de la infección.
De igual forma, ha alertado del "alto número de contagios" entre el personal sanitario -más de 83.000 en el país-, los cuales, según la evidencia científica, se registran en su mayoría en su lugar de trabajo por una exposición constante a aerosoles.